EDITORIAL | Encuentro al máximo nivel para buscar soluciones a los acuíferos
Han pasado tres años desde que las obras de la Variante ferroviaria de Pajares empezaron a generar un daño sin precedentes en los acuíferos de la montaña leonesa. Al perforarse los dos túneles se alteraron los cauces normales de las aguas subterráneas, lo que desembocó en un trasvase constante hacia Asturias, que provocó el desecado de los manantiales y fuentes usadas en las captaciones de los pueblos pero también que estaban en el origen de las cabeceras de los ríos de la comarca.
Las quejas han sido reiteradas durante estos años y hoy se producirá un avance fundamental. El presidente de Adif, Juan Bravo, escuchará por primera vez de manera directa las explicaciones de los que se han visto dañados por la catástrofe medioambiental de Pajares. Será una excelente oportunidad para que le puedan transmitir de primera mano esos efectos pero también las demandas concretas que proponen como compensación.
La compañía de las infraestructuras ferroviarias tiene una factura pendiente con la montaña leonesa. La propia trayectoria de la obra confirma que algo se hizo muy mal al precipitar el inicio sin que existiesen todos los informes necesarios para prevenir problemas como los que se han encadenado.
El 13 de julio de 2005, con la presencia de Rodríguez Zapatero, Herrera y la ministra Magdalena Álvarez, se puso en marcha una obra fundamental para León. La primera tuneladora empezó a abrirse paso por debajo de la Cordillera Cantábrica. A día de hoy el balance es descorazonador. No hay fecha clara para que el tren empiece a usarla. Al menos queda la confianza de que hoy se empiece a buscar una solución para el grave problema que se ha ocasionado en los pueblos.