EDITORIAL | Solución sin más dilaciones para poder reabrir Feve

Las obras de integración del ferrocarril de vía estrecha en León han concluido, pero lamentablemente ese paso no tendrá consecuencias directas para el tren de Feve. Desde hace siete años los convoyes se detienen al llegar a la zona de la Asunción en una estación provisional y parece que de momento esta precariedad se mantendrá a pesar de que la vía está disponible.

Con la obra civil zanjada todo queda en manos de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, que debe establecer como puede ponerse en marcha una circunstancia novedosa, el que un ferrocarril se transforme en tranvía al entrar por las calles de una ciudad. Pero el problema no es nuevo y al menos desde diciembre de 2014 está sobre la mesa, cuando se pararon las obras precisamente por este conflicto. Y en junio de 2016 el presidente de Adif aludió directamente a esta traba legal sobre la seguridad del tren al que debería darse respuesta. Pero ahora, más de un año y medio después, parece que no está preparada esa normativa por lo que las vías seguirán sin uso. Hay un dato que resulta preocupante. Ni siquiera se instala el equipamiento de las paradas —como las máquinas autoventas o los teleindicadores— para evitar que se dañe prematuramente al ser víctima de actos vandálicos.

Ante estas circunstancias parece exigible una solución inmediata. La línea de Feve es una servicio público que debe recuperarse sin más dilaciones. En juego está su viabilidad futura y la apertura de un servicio local tranviario que debe mejorar la movilidad entre el centro y la parte norte de la ciudad, con un transporte limpio y eficaz.