EDITORIAL | Perpetuar la memoria de la Catedral

En pleno siglo XXI siguen desapareciendo monumentos que son únicos y de un valor incalculable por atentados de quienes no son capaces de asumir valores de tolerancia. Son pérdidas irreparables que, al menos, han servido para generar una inquietud sobre la importancia de perpetuar la memoria patrimonial para poder legarla a las próximas generaciones.

Fruto de esa tendencia se está apostando por fórmulas como el escaneado de todo tipo de obras para conseguir que no desaparezcan del todo. En León afortunadamente no son previsibles ataques intencionados ni catástrofes naturales que acaben con la Catedral. Pero sí sufre en sus propias entrañas un problema estructural porque sus esculturas exhiben el paso del tiempo y presentan en muchos casos deterioros notables. Por ello, la elaboración de un archivo en 3D de sus 54 capiteles los convierte en inmortales e incluso posibilitará en un futuro la opción de reconstruirlos si en algún momento así se decide.