Burgos decide su morcilla ante el juez

La gastronomía vive su edad de oro y en todos los territorios se afina con la búsqueda de elementos diferenciadores con los que potenciar los productos locales. En la provincia de León se trabaja desde hace mucho tiempo a un gran nivel y eso favorece la existencia de 16 marchamos de calidad en la agroalimentación, entre los que curiosamente no se incluye uno de sus elementos más afamados, la morcilla.

Donde si pelean por un sello es en Burgos. Existe un proceso judicial sobre la Indicación Geográfica Protegida (IGP) desde el año 2002. Se enfrentan los fabricantes de su morcilla, que presenta la singularidad de incluir arroz. Ahora llega la pugna al Tribunal Constitucional tras más de 15 años se litigios. El enfrentamiento se centra en si debe ser una marca protegida o un producto genérico. Los que han llevado hasta esta instancia el debate sobre la morcilla son los que defienden que debe comercializarse sin el distintivo de calidad que indica que es un producto exclusivo de Burgos.