EDITORIAL: La gestión de Las Médulas, sin rumbo

Las Médulas es la mina antigua más conocida de Europa, pero 20 años después de que fuera reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco su gestión sigue danto tumbos; y sus logros parecen muy lejos de los objetivos iniciales de generación de recursos para la zona. Lo denuncia ahora sin ambages el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que lamenta además que su papel y sus recomendaciones hayan ido quedando relegadas al olvido desde que la Junta de Castilla y León se hizo con la gestión del conjunto.

Los científicos que conocen en profundidad el yacimiento y sus posibilidades denuncian la dispersión de esfuerzos, el abandono que sufren algunos de sus principales asentamientos, así como que la diversidad de rutas turísticas planteadas inicialmente haya quedado en el olvido, dejando fuera de las visitas buena parte de los atractivos de un conjunto único.

De hecho, Patrimonio ni siquiera ha conseguido firmar después de dos años el Plan de Investigación Trianual que desarrollan los investigadores del CSIC.

El hartazgo de los científicos sale ahora a la luz, y no sólo en forma de denuncia. Reclaman la urgencia de constituir un centro gestor en el que trabajen reconocidos expertos en arqueología, paisajes culturales y otras materias fundamentales para desarrollar todo el potencial de las antiguas minas de oro romanas.

Las Médulas conforman un legado único que preservar; pero son también un recurso turístico inigualable, conocido y apreciado cuyo potencial, siempre ligado a un meticuloso plan de conservación, no puede ser desaprovechado. La desidia no tiene cabida en esta planificación.