cartas al director

A la memoria de

Celso López Gavela

M e parece un acto de justicia escribir esta carta, para que la comunidad educativa del Conservatorio Profesional de Música Cristóbal Halffter de Ponferrada, sepa agradecer, al que fuera alcalde de la ciudad, por los años 80/90, sus desvelos en un momento crítico del centro: cuando más lo necesitó.

Fue él, y sólo él, que en un arranque de ilusión y, a su vez, de desesperación, viajó a Madrid para solicitar (exigir) que hubiera, de una vez por todas, una partida presupuestaria —que no llegaba nunca— y, así, arreglar la ubicación del nuevo centro en el Parque del Temple, instalaciones ofrecidas por el Ayuntamiento de Ponferrada al Ministerio de Educación.

Desde las altas esferas de la política española, en esos ministerios en los que se diseñan cosas que alguien propone, sin contar con los afectados, ni con la realidad del país, se había decidido que nuestro centro pasase a ser escuela de música sin títulos oficiales que dar.

Otra vez vuelta a los desplazamientos a León u otras provincias para realizar estudios reglados de música.

Paso atrás. Todo eso, después del enorme esfuerzo que había costado, tanto por la lucha de la asociación de madres/padres, como por el interés, inequívoco, que demostró en todo momento Celso, que rechazó la propuesta de la Dirección General de Enseñanzas Artísticas, cuya ‘oferta’ consistía en la subvención al 100% de una Escuela de Música Municipal y, así, hacer desaparecer el Conservatorio de Ponferrada, —quizá, si lo hubiera aceptado, no hubieran pasado por aquí tantos profesionales, ni todos los alumnos que han cursado estudios oficiales en nuestro centro, ¡que ya ha cumplido 31 años de actividad!—.

Por eso, es de justicia y de buen nacido ser agradecido. Le recuerdo con afecto y agradecimiento infinito. Descanse en paz.

MARÍA JOSÉ CORDERO. Directora del Conservatorio DE

Ponferrada, durante

24 años desde sus inicios