ETA no abandona su cinismo hipócrita
El complicado entramado que aglutina a quienes han dado cobertura durante décadas a la violencia y el terror difundió ayer un comunicado utilizando las siglas de ETA, la banda de asesinos de la que en realidad apenas queda nada desde que el Estado y la sociedad española decidieron plantarle cada de verdad, evitando cualquier justificación o trampa. Casi siete años después de que declararán un alto el fuego siguen buscando periódicamente el recuperar un espacio de protagonismo para conseguir que sus brazos político y sindical —aún muy activos— mantengan un peso específico en el reparto de poder en la comunidad vasca. Y en su comunidad vuelven a su cinismo hipócrita, a esas trampas con las que ya no engañan a nadie, intentando hablar de bandos —sólo hubo asesinos y un Estado democrático de Derecho, con ataques a miles inocentes— y lo más insultante, plantean la posibilidad de que hubo víctimas justificables. Que nos dejen en paz de una vez. Afortunadamente nadie duda ya de que fueron derrotados. ETA ya es historia. Repugnante y obscena.