TRIBUNA
Una merluza
D ecía Lope de Vega, genial dramaturgo de nuestro Siglo de Oro, en un brindis dedicado a los Tercios de Flandes: «Por España y el que quiera defenderla honrado muera y el traidor que la abandone, no tenga quien le perdone».
Yo, como desagravio, le dedico este brindis al heroico almirante Cervera Topete, por la indignidad y la ignominia perpetrada por la alcaldesa de Barcelona, doña Ada Colau, al haber acordado con sus compinches podemitas, el cambio de nombre de una calle de la ciudad que rige (es un decir), y que tenía el apelativo de ‘Almirante Cervera’ y pasar a denominarla Carrer de Pepe Rubianes, aquel cómico de la legua que dijo: «La puta España que se la metan por el culo y que les explote dentro, que a mi me suda la polla por delante y por detrás». Pues bien, la merluza de la Colau, con todos mis respetos para este pescado de la familia de los merlúcidos, aduce, en su supina ignorancia, para efectuar este cambio, que es una humillación a nuestra historia, a nuestra nación y a nuestras Fuerzas Armadas, y que se cambia el nombre de la calle por tener el apelativo de «un Facha». Esta ignorante, sectaria e inculta alcaldesa, confunde como vulgarmente se dice, la velocidad con el tocino, como antes confundió los desahucios con la legalidad, pues resulta que los movimientos de ideología fascista surgieron en la Italia de Benito Mussolini entre 1918 y 1939, diez años después de la muerte del almirante Cervera, por lo que resulta muy difícil que pudiera ser un facha, a no ser que fuera un facha de ultratumba, claro que es tendencia ‘progre’ llamar facha a todo lo que suene a militar o a español, o disidente con sus ideas.
El almirante Cervera pudo haber sido muchas cosas pero imposible un fascista ya que vivió entre 1839 y 1909. Pero eso poco le importa a la Colau, como no le ha importado que el almirante Pascual Cervera y Topete, sea un héroe de la guerra de Cuba de 1898 contra EE UU, estando al mando de la Flota española en el desastre de la batalla de Santiago, ni que sea un personaje respetado internacionalmente. Hasta los cubanos han honrado su memoria y cuenta en la isla caribeña con dos monumentos, uno en el Castillo de los Tres Reyes en Santiago de Cuba y otro en el Museo Naval de la Habana. Incluso Fidel Castro le dio tratamiento de héroe.
También es posible que esta ignorante alcaldesa, confundiera al almirante con un barco, el Crucero Ligero AC 12 que combatió en la Guerra Civil en el bando Nacional, y que fue retirado del servicio en 1969. Pero tampoco, puesto que yo sepa, los buques no tienen ideología. Lo que sí es cierto, es que el acto ha constituido un serio agravio a la memoria de un ilustre catalán del que sus paisanos de Barcelona y de Cataluña entera,especialmente los vecinos del Carrer de l’Almiral Cervera se sentían orgullosos de su historia.