Sensibilidad administrativa frente a la norma

Los ganaderos de la pedanía lacianiega de Sosas y de San Miguel habían mostrado en los últimos meses su preocupación por las consecuencias que para sus explotaciones tiene el incendio que el pasado mes de octubre arrasó 550 hectáreas de pastos y monte en la zona. Según la normativa autonómica, han de pasar cinco años hasta que los pastos puedan ser utilizados de nuevo. Sin embargo, las especiales características del terreno y las dificultades de los ganaderos para trasladar sus reses a otras zonas, junto con la falta de disponibilidad de hectáreas de monte de utilidad pública, han llevado a la Junta a autorizar de nuevo el pasto a partir del próximo año. Una reutilización de los terrenos antes de lo previsto por la normativa que permitirá a los propietarios también cobrar las ayudas de la PAC. De no ser así la economía de muchas de las familias asentadas en la zona se vería gravemente perjudicada. La flexibilidad en la aplicación de la norma cuando las circunstancias lo aconsejan es la opción más razonable.