TRIBUNA
¿Qué es leonesismo?
A mi modo de ver existe bastante confusión a la hora de definir lo que significa «ser leonesista». En base a ello trataré de hacer mi particular aportación a lo que entiendo por leonesismo. A ello voy a dedicar este artículo.
Definiría leonesismo como el movimiento social que busca que la identidad leonesa tenga un reconocimiento político en el marco plural de España. En ese sentido no creo correcto que se vincule al amor a una tierra o a la defensa de sus tradiciones o su cultura. Ese «amor» no es privativo de nadie y tampoco de los leonesistas. Dicho esto, también hay que decir que sin tener la exclusiva, es mucho más frecuente encontrar defensores de los rasgos culturales propios de los leoneses entre los leonesistas. En el polo opuesto nos encontramos con aquellos que priman económicamente a los que buscan anular nuestros rasgos de identidad (por ejemplo a través de la Fundación Villalar).
De algún modo desde el leonesismo se reclama que se dé carta de existencia en la división de España a la realidad identitaria leonesa. Hoy evidentemente falta ese reconocimiento y en multitud de ocasiones en diferentes medios aparece lo leonés como una parte de Castilla. Todo ello sin que desde las instituciones se mueva un dedo para evitar ese atentado a nuestra identidad (aun cuando ello no sea objeto de discusión).
No creo que se pueda asimilar el leonesismo con los diferentes movimientos nacionalistas que existen en España. En muchos casos (y en particular en Cataluña) esos movimientos nacionalistas rechazan su pertenencia a España y abogan por la independencia. Son «uniformizadores» en tanto reconocen sólo dos unidades; la «suya» y «la española», unidades que por otro lado «confrontan» (como se puede ver en las diferentes manifestaciones que se han dado en Cataluña).
El leonesismo por el contrario busca el reconocimiento de su identidad dentro de una España plural. En ese sentido aquellos que renuncien a su identidad como españoles no formarían parte del movimiento leonesista (ello sin menoscabar lo que puedan ser sus derechos a expresar lo que consideren, como cualquier otro movimiento político).
El himno de León dice «sin León, no hubiera España», creo que anular la identidad regional leonesa ha debilitado la propia estructura política y social de España. En ese sentido discrepo absolutamente con Rodolfo Martín Villa y creo que su planteamiento de la España de las Autonomías ha supuesto favorecer los nacionalismos periféricos (contrariamente a lo que él pretendía).
Desde otras posiciones se han postulado el «internacionalismo». Creo que ello también es un error. Sin duda los seres humanos tenemos unas necesidades básicas comunes. En un mundo cada vez más globalizado compartimos muchas cosas con personas que viven en otros territorios. La solidaridad no se detiene ante las fronteras. Sin embargo creo que desde esos movimientos no se ha tenido suficientemente en cuenta las diferentes realidades culturales. La identidad como seres humanos no es excluyente de las diferentes formas que cada colectivo social tiene de relacionarse con el mundo. A la solidaridad se llega desde el reconocimiento de la diversidad y no tanto desde la consideración de que todos somos iguales y uniformes.
En el fondo creo que tanto desde el nacionalismo como desde el internacionalismo hay una cierta defensa de la uniformidad social. Las perspectivas pueden ser diferentes al definir esa uniformidad, pero tienen ese punto en común. El nacionalismo parte de la «unidad geográfica» y el internacionalismo más bien de la «unidad económica».
El leonesismo apuesta por la defensa de la diversidad, de la pluralidad. Frente al Cataluña-España, los leonesistas se reconocen en una España plural en la que tenga cabida Andalucía, Asturias, Cataluña, Euskadi, Castilla, Aragón… pero también la Región Leonesa.
En mi tesis doctoral se recoge una encuesta que buscaba conocer la identidad política de los leonesistas (en los inicios del proceso autonómico). Esa encuesta ponía de manifiesto que dentro del leonesismo había una importante pluralidad política que era reflejo de la propia sociedad leonesa. Defender ese reconocimiento político de la identidad leonesa no es privativo de que alguien opte por determinadas posiciones ideológicas. Es un hecho que estas posiciones se han asumido desde personas que eran militantes de izquierdas (el Grupo Autonómico Leonés lo fundan militantes del PCE) como otras que lo hacían en partidos de «derechas». Tal vez por ello mismo haya sido complicado definir un discurso común sobre las diferentes cuestiones.
Diríamos que el leonesismo es un movimiento más social que político y que no se circunscribe a una determinada opción de partido. Sin embargo en algún momento, se ha visto en la necesidad de entrar en el plano más estrictamente político por cuanto su reivindicación básica no era recogida por los partidos establecidos. Diríamos que esa inclusión en el plano político se hace más por necesidad que por vocación y que no ha abarcado a todo el movimiento social.
En definitiva entiendo que el leonesismo no cabe vincularlo al nacionalismo ni tampoco es privativo de un «sentimiento de amor a la tierra». Este artículo ha pretendido aclarar lo que pueden ser sus contenidos.