Diario de León
Ponferrada

Creado:

Actualizado:

Pedro Duque, que viajó a las estrellas, tratará de levantar la Ciencia, la Innovación y las Universidades de España del suelo. Y lo hará desde el nuevo Gobierno. El segundo español en el espacio será el primer astronauta ministro, leo en un medio digno de todo crédito.

Josep Borrell, que le ha desmontado más de un bulo al independentismo catalán y al día de hoy es uno de los políticos con mayor credibilidad de España se encargará de la cartera de Exteriores. Y el juez Grande-Marlaska, magistrado cortejado por todos los partidos por su solvencia, lidiará con el área de Interior.

El nuevo Gobierno de Pedro Sánchez ha nombrado a Carmen Calvo como vicepresidenta única con la cartera de Igualdad. En el Ejecutivo socialista habrá más mujeres que nunca. Y qué falta nos hace.

La Cultura recuperará con Maxim Huerta el ministerio que Mariano Rajoy no consideró importante cuando llegó al Gobierno. La Cultura, que define nuestra identidad, que nos hace libres, sí, nunca debió ocupar un escalón secundario.

Y la Energía formará triplete con el Medio Ambiente y la lucha contra el Cambio Climático, lo que parece bastante razonable. De la nueva ministra, Teresa Ribera, se dice que es partidaria de acabar con el carbón. Y eso no es una buena señal para esta tierra. Pero también conoce el proyecto de captura de la Ciudad de la Energía, una iniciativa que va más allá de la combustión limpia del carbón, recuerda el comité de empresa, que también ha vuelto a poner sobre la mesa su plan alternativo para aprovechar la biomasa del Bierzo de una manera sostenible, sin tener que arrasar los bosques.

Todo eso está pasando en España esta semana. Fíjense qué de cosas. Pero en el Bierzo bizarro donde vivimos llevamos unos días hablando de un falso referéndum para bajar los decibelios del televisor cuando juegue la selección. Falso porque nunca ha habido intención de consultar a nadie. Solo ha sido marketing disfrazado de nota de prensa oficial para viralizar la colocación de pantallas gigantes de una marca de cerveza, ver los partidos en la calle, y celebrar los goles a gritos. Y luego queremos que nos tomen en serio. Que nos hagan caso. Que nos crean la próxima vez que gritemos que el Bierzo se está yendo al carajo. O que viene el lobo.

tracking