Momento del cuento de la hormiga y la cigarra

Ahora que el verano quiere llegar para quedarse, parece apropiado pensar, que desde el punto de vista económico y financiero, se aproxima el otoño, para dar paso al invierno.

 Las reuniones de los bancos centrales tanto de EE UU como de la Zona Euro, nos han dejado muy claro, que ha comenzado una nueva estación. Para la floreciente economía americana, las subidas de tipos de interés son un reto, sobre todo en 2019, que pondrán a prueba su fortaleza. Algunas gestoras, como por ejemplo Pimco, han manifestado su opinión, de que la economía americana entrará en recesión en 2019. Ahí queda el aviso a navegantes! Veremos a partir de ahora, lo que van opinando el resto, a medida que se vaya constatando el impacto de la aplicación de los aranceles, la subida de tipos o la menor repercusión de la política fiscal de Trump. 

 En la Zona Euro, el actual presidente, Mario Draghi, sigue jugando al gato y al ratón, dando una de cal y otra de arena. Dado que el año próximo dejará el cargo, intenta seguir manteniendo su perfil de buenísimo, para que sea su sucesor, el que tenga que lidiar con las consecuencias de su política monetaria y los efectos secundarios de tanta barra libre, fabricando dinero por doquier y no encontrando el momento de retirarlos definitivamente. Lo que ha quedado claro en la última reunión es que la ayuda se irá reduciendo gradualmente y que su intención es que los tipos no suban hasta mediados del año próximo.

 Los expertos consideran que en los próximos meses se producirán tensiones dentro del Banco Central Europeo, sobre la conveniencia o no de llevar a cabo ese plan, o comenzar antes con las subidas de tipos. 

Con carácter casi generalizado, los expertos consideran que las consecuencias de la política monetaria del BCE en los últimos años, tarde o temprano se pondrán de manifiesto en el mercado, destapando algún tipo de burbuja, posiblemente en el momento menos apropiado, si es que existe algún momento apropiado, para ello.

 Para los detractores del retraso en normalizar la política monetaria en la Zona Euro, consideran que si hay un revés en la economía mundial, la Zona Euro se verá inevitablemente afectada y el Banco Central Europeo apenas tendrá herramientas para ayudar, si los tipos de interés están muy bajos y el dinero en circulación en máximos, como sucede ahora mismo.

 Ante el cambio de estación, los ahorradores y los inversores, lo que deben pensar es que ha llegado el momento de decidir si quieren ser hormigas o cigarras, con sus asuntos financieros. Si han decidido ser hormigas, ahora que todavía nos quedan meses e incluso algún año, para que llegue el invierno de menores crecimientos económicos e incluso recesión, el trabajo a realizar cada día de forma concienzuda, será llevar unos presupuestos austeros, que permitan ahorrar, por si se reducen los ingresos familiares o el acceso a la liquidez.

En los tiempos que corren, parece una tarea titánica el llegar a final de mes, por lo que el ahorro, parece un escenario de ciencia ficción. Realmente ahorrar siempre es difícil, en cualquier circunstancia, de ahí que se la defina como sacrificio al consumo, porque consumir es un impulso, que hay que saber frenar. Con el ahorro hay que hacer una buena gestión, que nos permita preservar el patrimonio a largo plazo y eso no va a poder hacerse sin las recetas de siempre: buena diversificación de activos y gestoras independientes, al tiempo que soportemos fluctuaciones de los precios, o la llamada volatilidad.

 Al otro extremo tendremos a la cigarra, siempre viviendo el momento, pensando que alguien le sacará las castañas del fuego o que alguna incauta hormiga se apiadará de ella, cuando llegue el invierno. Esa forma de gestionar la vida es otra opción, menos costosa en el día a día, pero muy arriesgada. Los embargos llegan, las crisis también y cada día, posiblemente, hay menos hormigas ingenuas, porque cuesta un enorme sacrificio protegerse para cuando llegue el invierno, además de que tampoco se podrán acumular tantos víveres, como en el pasado, que permitían vivir a varias hormigas y cigarras al mismo tiempo.

En los asuntos económicos y financieros, poco importa lo que nos gustaría que fuese, la realidad se impone en cada persona, cada familia, cada empresa y cada gobierno, según hayan decido comportarse como hormigas o como cigarras. La elección depende de cada uno de nosotros. La única certeza es que el invierno llegará, tarde o temprano.