El turuta de La Virgen

En las cosas del arte, en el más amplio sentido de la palabra, ocurre como en las ferias y mercados, que la risa va por barrios y cada uno lo recuerda como le fue. Estas son tierras muy fecundas en el arte, en el más ancho y extenso sentido de la palabra, y una buena prueba es la proliferación de todo tipo de agrupaciones musicales que, de algún modo recuerdan al fútbol, por su variedad y el posible y necesario agrupamiento por categorías. Detrás, hay muchas horas de esfuerzo. Eso nunca debe olvidarse. Hay ilusión, ganas y trabajo no siempre bien entendido. Hay bandas, orquestas, dos conservatorios... y la posibilidad de disfrutar de múltiples alternativas.

En lo del fútbol no todo son finales de Champions, como la que ofreció el domingo en el claustro de San Isidoro ese auténtico tesoro que es la banda de la Academia Básica del Aire y que además se vio ayudada por la magia del mejor ‘estadio’ posible. También hay buenos partidos en Segunda B y para ver fútbol del de verdad siempre es aconsejable pasarse por los campos de Azadinos o del polígono de Ponferrada y difrutar de los chavales. Pero no todos son éxitos. Hasta Messi echa un borrón en un penalti y la música militar de La Virgen se hizo hace unos años pre-viral en todo el país porque un turuta no tuvo su mejor día en un acto de la academia. Aquella grabación tuvo un eco más propio de estos tiempos interneteros y a uno, que fue turuta en su juventud y conoce los sinsabores del oficio, le despertó una especial simpatía hacia los músicos de la base leonesa. Mi banda preferida es la San Juanín de Ponferrada. Sus integrantes, dudo si alguno supera el metro de altura, son todos tamborines o triángulos. Qué ganas, qué ilusión...

Este primer día del verano invita a aparcar los grises que tanto nos aletargan. Hay muchísima gente que hace las cosas bien. Hace unos días el Diario entregaba sus premios Innova y con una perioricidad cada vez más frecuente se dan a conocer inversiones y ampliaciones de plantilla en empresas. Quizá no sea suficiente, pero es vil y canalla que al hablar de la selección siempre se recuerde las ‘hazañas’ de Arconada, Cardeñosa, Zubi, Julio Salinas... Los aplausos son sanos. Harta tanto odio rastrero y navajero. Y tanta ‘loa’ al desatino. Eso sólo acumula más lastre. Ahora, en política se han limitado a intercambiar las partituras. No sería malo cambiar las melodías...