ET son los padres

Estamos solos en el Universo, ha concluido un equipo científico de Oxford. No hay marcianos, ni vesunianos, ni aliens. Tampoco, claro, platillos volantes. En una galaxia muy muy lejana no hay nada. Acaban de publicar sus conclusiones en una revista de esas del eureka aguafiestas. Ah, los de ciencias, siempre echándonos jarros de agua fría a los de letras. Mira que se llevaron disgusto nuestros mayores al enterarse que la tierra no era plana. Después de esto, el pobre Spielberg no levanta cabeza. ¿Los siguientes en no existir quiénes serán… el bueno, el feo y el malo? A la ciencia siempre le ha gustado trasquilarle el cogote al imaginario colectivo, pese a que se le dijo que solo las puntas. ¿Cómo que no hay vida extraterrestre, van a saber ellos más que el George Lucas? No se puede soltar eso y pretender que les hagamos la ola. Los tres lumbreras son matemáticos: Sandberg, Drexer y Ord. Al parecer, no tenían otro enigma que investigar, pero a mí se me ocurren docenas de ellos. Por ejemplo, aquí van tres: Kiko Rivera va a escribir un libro. En España, los máster y titulaciones plasmados en los currículos están desapareciendo. En Estados Unidos tienen un presidente que cuatro de cada tres declaraciones son una estupidez. ¡Será por enigmas! Mucho más interesante me parece esta conclusión del neurocientífico y psicólogo estadounidense Howard Gardner: ‘Una mala persona no llega nunca a ser un buen profesional’. Si en mi oficio es así, también ha de ser en los otros.

Tampoco quiero que el lector —si es que existe, pues lo mismo no hay nadie ahí fuera—, vaya a creer que tengo interés personal en un cosmos habitado. Carezco de inversiones inmobiliarias en la Tierra, como para tenerlas en Gamínedes. Tampoco pertenezco al grupo de salvables si hay que salir pitando en una nave, porque un meteorito gigante se aproxime rápido y furioso hacia nosotros. Lo que me preocupa es el disgusto que allá arriba, en su bóveda celeste, se va a llevar a Asimov. Habrá que de decírselo con tacto.

Por lo que a mí respecta, no pienso pedirle explicaciones a Spielberg por haberme hecho creer en los encuentros en la tercera fase. Ahora bien, asumir que ET son los padres puede llevarme ya mucho más tiempo.