EDITORIAL | Reforma de Ordoño: triste regreso al pasado

La avenida de Ordoño II deja ver ya el aspecto que ofrecerá cuando se reabra la próxima semana. La realidad del asfalto nos devuelve a una imagen del pasado, cuando de lo que se trataba era de mirar y avanzar hacia al futuro. Esa imagen y la evidencia de que durante los siete meses que ha permanecido cerrada no ha habido ni el más mínimo problema para el tráfico avalan la bondad del plan inicial que preveía su peatonalización sobre otra superficie. No fue así por la condición impuesta por Ciudadanos —su apoyo desde entonces— al equipo de gobierno y la falta de valentía de éste para tomar una decisión cabal que respaldaban unánimemente todos los demás grupos. El resultado, la vuelta a la ranciedad frente a la modernidad, una oportunidad perdida, debería hacer reflexionar a unos y otros sobre la responsabilidad en el ejercicio de la política.