EDITORIAL
Lucha necesaria para combatir el fraude de los falsos autónomos
Las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno intentarán combatir una práctica generalizada que pasa por tratar como autónomos a trabajadores que en realidad desempeñan labores en situaciones equiparables a las de los asalariados.
La Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) cifra en más de 1.500 las personas que se ven afectadas en la provincia de León por esta irregularidad y defiende las medidas gubernamentales: «Todo lo que sea combatir esta figura que precariza el trabajo por cuenta propia nos parece muy bien».
El problema es conocido desde hace tiempo y periódicamente surgen noticias relacionadas con empresas —alguna de volumen notable— que acuden a este fraude de los falsos autónomos, que supone un abuso tanto para las personas afectadas como para el sistema de la Seguridad Social. El fraude es un enemigo fundamental de las democracias y parece que el reciente relevo en el Gobierno no cambia las iniciativas puestas en marcha, especialmente tras la crisis económica, para intentar que afloren las bolsas de engaño que se han creado en el sistema de una forma casi estructural, hasta el punto de que llegan a ser tenidas desde algunos sectores como normales y aceptables.
Atajar las prácticas de quienes defraudan es un deber para todas las instituciones. Ahora queda por evaluar hasta qué punto las medidas que se están diseñando alcanzan unos objetivos tan ambiciosos.