EDITORIAL | ¿Cuándo se quedó León sin acelerador?
La limitación de recursos ata sin duda la acción política en un campo tan fundamental como es la sanidad y más si se tiene en cuenta la extensión y dispersión poblacional que presenta Castilla y León. Es una realidad que obliga a mirar con lupa las inversiones y la distribución del gasto. Probablemente este problema está detrás de buena parte de las polémicas que se generan cada vez con más frecuencia en distintos lugares al considerarse insuficiente la asistencia. Pero no puede obviarse la obligatoriedad de que exista una igualdad entre los territorios en la asistencia. Tanto entre las distintas comunidades autónomas como dentro de ellas. Por ello alguien tendrá que explicar el cambio de criterio sobre los aceleradores lineales que financia la Fundación Amancio Ortega. La Junta había previsto uno para León hace poco más de un año, cuando se firmó el convenio. Ahora desaparece de la lista que facilita la propia Junta. ¿Cuándo, cómo y por qué se ha cambiado de criterio?