EDITORIAL | La Once sigue reinventándose para facilitar calidad de vida a leoneses

Ocho décadas de historia y miles de beneficiarios forman parte de la intensa historia de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (Once) en la provincia. Desde 1938 ayuda a conseguir empleo, facilita mejoras en la movilidad y ayuda a acceder a campos como las nuevas tecnologías a las personas que tienen una discapacidad visual. De los 700 afiliados a la Once que hay en estos momentos en León, aproximadamente un 15% sufre ceguera total. Y eso marca una de las claves de esta sociedad, que ofrece apoyo personalizado para dar calidad de vida a quienes presentan incluso problemas singulares como puede ser la sordoceguera. El cupón es de algún modo el sello identificativo de una labor social que también se ha ido adaptando a los nuevos tiempos con nuevas posibilidades de participación en los sorteos que pasan por la llamada lotería pasiva, con los rascas o los juegos activos que se parecen a las quinielas o las primitivas. Un equipo multidisciplinar intenta abarcar todos los problemas que plantean los usuarios aunque la complejidad es tal que los medios económicos disponibles impiden disponer de todos los técnicos necesarios. Pero con imaginación, esfuerzo y solidaridad la Once se reinventa y se hace joven cada día.