EDITORIAL | Los incidentes ya son inaceptables en la línea de Feve
La acumulación de denuncias sobre la situación del ferrocarril de vía estrecha que recorre buena parte de la montaña leonesa supera ya cualquier situación aceptable con unos parámetros de normalidad. En los servicios públicos es entendible que surjan problemas, incluso en ocasiones de cierta gravedad, porque existe un margen en el que la realidad puede desbordar cualquier previsión por mucho celo que se ponga en su análisis y diseño.
Pero en Feve lo que se pone en evidencia es que los usuarios son víctimas ahora de la dejadez acumulada durante demasiado tiempo. El declive de este tren iniciado desde que se cerró su acceso al centro de la ciudad de León como consecuencia de las obras de integración ha sido más que evidente. A estas alturas parecería complejo que pudiese generarse sorpresa con algún problema nuevo, pero la realidad es que los incidentes rozan ya el esperpento, porque como recoge un vídeo grabado por un pasajero dentro de un vagón estuvo «lloviendo» literalmente.
La delegada del Gobierno, Virginia Barcones, tomará cartas en el asunto y mantendrá una reunión con directivos de los servicios ferroviarios para intentar conseguir una solución. Los sindicatos anuncian movilizaciones para septiembre. Lo que está en juego en el fondo es la supervivencia de la línea. Desde que la integración evitó un servicio hasta el centro de la ciudad el descenso en el número de usuarios ha sido notable. Ahora, con este servicio tan deficiente, parece que se incentiva un abandono que se convierte en el auténtico enemigo de la vía, que aún es fundamental para la montaña leonesa.