Diario de León
Publicado por
panorama JOSÉ MARÍA CALLEJA
León

Creado:

Actualizado:

C uando llegaban a España decenas de miles de inmigrantes, década de los noventa, tú preguntabas cuál era la imagen que se tenía de cómo llegaban los de fuera y la respuesta era siempre la misma: en pateras. Lo cierto es que se calculaba que sólo un 10% llegaba por esa vía. El 90% restante venía de Hispanoamérica por vía aérea o en autobuses desde Rumanía. Pero de esos viajes nutridos no teníamos imágenes por lo que ‘no existían’. No existían en la percepción de la gente, que es de lo que se trata. Ahora los datos nos dicen que el número de personas que quieren llegar a Europa por el Mediterráneo es tres veces menor que en 2015, pero la percepción que quieren construir algunos en los votantes españoles es que millones de africanos van a ocupar nuestro espacio vital haciendo imposible la convivencia. No es cierto.

En España no han tenido respaldo electoral las pocas expresiones políticas que decían «España para los españoles». Los inmigrantes han sido y son fuente de creación de riqueza, pero los problemas que puedan derivarse de su llegada y de la convivencia con ellos no han sido hasta ahora fuente de votos. En Europa el populismo de derechas y el de izquierdas, tan gemelos, han establecido en Italia el rechazo a la inmigración como fuente de apoyos. Cosa que no han hecho en Alemania, donde Merkel es, de lejos, la líder política que más inmigrantes ha aceptado en su país.

El nuevo Gobierno de Pedro Sánchez tuvo una actitud humanitaria con los migrantes del Aquarius, recibidos en junio. Ahora, en la segunda entrega, no ha querido recibirlos como antes y se ha llegado un acuerdo entre varios países para acogerlos. Esta parece la vía adecuada, llegar a acuerdos entres países europeos para acoger a las personas que vienen de otros países, que son necesarios para seguir creando riqueza e imprescindibles para tratar de rejuvenecer nuestra población.

La mejor manera, a mi juicio, de abordar esta situación consiste en no construir como enemigos a esas personas que vienen de otros países y que nos son necesarias. Es verdad que en el mismo momento en que llaman a nuestra puerta ese reclamo ya provoca en nosotros una transformación, la que nos interpela y pone a prueba nuestra capacidad para convivir con otros. España ha sido desde luego ejemplar en este sentido y esa evidencia, más el riesgo que para lo valores de la Unión Europea representan las actitudes xenófobas de países de referencia como Italia, explican los apoyos de ese frente aún no escrito formado por Alemania, Francia, España y Portugal. No sé si una de las razones que explican nuestra buena convivencia tiene que ver con la memoria de los emigrantes que hemos sido, cuando en los sesenta dos millones de españoles salieron de nuestro país.

tracking