Diario de León
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Turismo y atasco hospitalario

S e debe estudiar a fondo la repercusión del atasco de nuestra sanidad Publica debido al turismo. Donde no se tiene en cuenta que además de pasarles el coste a sus países por ingresos, consultas y operaciones; deberíamos evaluar un añadido extra del perjuicio que ocasionan a los de aquí, que se les atiende peor y con listas de espera por razones obvias de tener que atender esa demanda descomunal de turismo que invade cada rincón de nuestra geografía. Además de los que usan nuestra sanidad pública por necesidad imperiosa (enfermedad o accidente) y hay que atenderles adecuadamente cómo quisiéramos que lo hicieran con nosotros cuando viajamos fuera de España. Se saturan urgencias, ambulancias y otros servicios para atender borracheras, peleas y drogatas sin más sentido que les sale muy barato comportarse sin respeto y civismo en nuestro país. Además de que ningún turista que usa nuestra sanidad participó en el desembolso de las infraestructuras hospitalarias de las que disponen ya equipadas con todo. Tampoco sobre el coste de la preparación del personal y el mantenimiento de todo el entramado del que disponen a precio de ganga. Por ello, debemos incrementarles pluses que nosotros ya hemos pagado. Es lo mismo que quien evade impuestos o capital, si deja de pagar los impuestos y comete fraude, no debemos permitirle disfrutar de lo que entre todos los demás hemos pagado y seguimos pagando para su mantenimiento: Sanidad, Educación, servicios sociales, autopistas, hospitales, aeropuertos, etc. Si quieren vivir y estar entre nosotros deberán cooperar proporcionalmente a sustentar nuestro sistema y país como todo hijo de vecino. ¡Ya está bien! Pensemos que quienes sufragamos el coste de nuestros policías, ambulancias, médicos, enfermeros, etc. somos nosotros, y luego ellos los tienen a su disposición para sacarles de sus desmadres vacacionales. Que decir de los camareros y toda clase de infraestructuras que les salen regalado ¡ya está bien de ser esclavos de nadie! Quieren venir, pues a pagar decentemente esos lujos que ahora les ofrecemos ventajosamente. Vayan a sus países y verán que allí deberán pagar hasta por el aire que respiran.

JOSÉ VIÑAS GARCÍA

Ineficacias políticas

E n muchos lugares de España se acumulan las ineficacias políticas. No es mi deseo señalar la mala o pésima gestión de alguna administración en concreto, y su correspondiente color político. Sin embargo, tengo que decir que me causa desagrado que un partido sólo vea deficiencias en aquel que está gobernando o no sea capaz de colaborar y ayudar para mejorarlas por el bien de todos los ciudadanos. Porque son las personas las que sufren la incapacidad de los políticos. Son muchas las actuaciones que se alargan en el tiempo de forma a veces poco compresiva, algunas de ellas por ‘luchas o ajustes’ entre los partidos que asumen las competencias. Pienso que estos retrasos no sólo afectan al tiempo, también al dinero que hay que dedicar, probablemente muy superior al de todos los casos de corrupción que están en marcha y al que no se le presta la atención debida. No podemos continuar aceptando los retrasos de la administración como una cosa habitual. Por esto es urgente adecuar el Código Penal para sancionar y cuando sea preciso responsabilizar de estos retrasos y del mayor coste a los partidos que dirigen los proyectos, y en los casos que proceda inhabilitar a sus dirigentes para que no continúen tomándonos el pelo.

PLÁCIDO CABRERA IBÁÑEZ

Migraciones sin sentido y políticamente interesadas...

P ensamos que diversos países europeos no tienen humanidad y carecen de sentimientos ante el espectáculo ‘apocalíptico’ de un mar cementerio de todo tipo de tragedias personales. Nos equivocamos si pensamos así. Es Europa la que debe ser ‘humana’, ‘sensible’, ‘responsable’ y en estas situaciones, más que nunca, debe ser ‘comunitaria’.Es Europa la que debe analizar el motivo de todas estas migraciones descontroladas... Es Europa la que debe enfrentarse a los países de origen de esos miles y miles de personas a la deriva... Es Europa la que debe decir ¡basta!. Actuar como ‘Caritas Internacional’ en un problema humano que posteriormente se convierte en un problema social y estatal, es una responsabilidad de todos aquellos que situados en esferas de poder lo permiten... es también una responsabilidad ética de aquellas personas que, ocupando puestos de relevancia en las estructuras del Estado, aplauden los salvajes asaltos a la frontera de ¡todos los españoles! y las invasiones por mar de cualquier litoral ibérico. ¿Quién analiza, en los ministerios responsables, el coste de subirse a una patera... la esclavitud soterrada de muchas mujeres... el origen y destino del ingente caudal monetario que mueven las mafias...? Señores del Gobierno, no acusen a los que piensan que esto es una barbaridad... reflexionen y tomen decisiones «comunitarias», la caja española no da más de sí... ¡Perdón!, quizás si aumentamos el ‘techo del gasto’ y nos arruinamos con un endeudamiento sin posible rescate ¡salvaremos a Europa! ¡Qué ironía!

ÁNGEL ALONSO PACHÓN

Una pasaje involuntario

H ace ya tiempo que decidimos instalar un antivirus de pago en los aparatos utilizados en casa, el cual renovamos con una periodicidad anual tras adquirirlo donde consideramos más conveniente. Hasta el momento todo se había desarrollado de manera normal, pero como las cosas cambian y, lamentablemente, no siempre para mejorar la situación. La compra del antivirus en 2017 fue realizada a través de internet con tarjeta de crédito, dando paso a la descarga online (ahora, en muchos casos no se proporciona un disco físico) del mismo sin problema alguno, procediendo al finalizar ésta a marcar la casilla que declina la renovación automática del producto un mes antes de finalizar la licencia. Pues bien, estos días hemos comprobado que la opción elegida el año pasado sin una gota de alcohol en el cuerpo no ha sido tenida en cuenta, dando lugar a la renovación automática. En definitiva, un pasaje involuntario para la innovadora atracción generadora de asombro, mosqueo, desconfianza e inseguridad como ciudadano y consumidor. 

alejandro prieto ortiz

tracking