TRIBUNA
Y entonces va y plantea atacar a este estado español injusto
¿ Pero, de verdad usted sabe lo que es la justicia? No se lo cree usted, como diría el castizo, ni harto de vino. Usted ha irrumpido en la política de mano del prófugo Puigdemont y creen ustedes que erigirse en lo que se están erigiendo es coser y cantar. No amigo, las cosas nos son así, como usted las sueña. O como a usted le encantaría. Las cosas son de otra forma y haciendo política mucho más diferentes. Y dignas.
Ustedes están abusando de una parte de Cataluña, nunca de la mayoría, que por razones inexplicables, abrazan el independentismo, y a los cuales embaucan con sus discursos llenos de argumentos que no se los creen vdes. mismos. Eso es lo que ocurre. Pero los catalanes, bien lo sabe usted, son listos y no va a ser fácil lo que ustedes pretenden.
Además, están ustedes haciendo el ridículo. ¿Qué es eso de llenar una playa de símbolos amarillos, quiero recordar que eran como cruces? Eso, en su opinión, es legal pero si se acercan, como ha ocurrido, los Catalanes que se sienten españoles y retiran esos símbolos, entonces están incurriendo en falta, delito o como quieran ustedes llamar a eso. O sea unos sí pero otros no. ¿De verdad es usted consciente de esa tontería de «yo puedo hacerlo pero tu no puedes revocarlo»?
Esto, ¿lo hacen en la Europa que a ustedes les gusta y a la que se van a refugiar? Se les caen los argumentos por todas partes.
Usted ha llegado a la política como un elefante en una cacharrería. Perdón a los elefantes. Y, repito, las cosas no son así. Entre sus lindezas, se encuentran hacer mofa del rey, a juzgar por sus comentarios, así como hablar de él y de la familia real en términos de muy mala educación. Voy a repetirlo, de muy mala educación. Incluso han llegado a colgar una foto de Felipe VI, el rey, cabeza abajo. ¿Qué bonito verdad? Estarán ustedes orgullosos.
Y yo me pregunto; ¿usted se cree más hombre por eso? ¿Conoce usted una acción similar en países como Inglaterra, Francia, Alemania, o sea la Europa por la que tanta admiración tienen pero que curiosamente, nunca les reciben a ustedes de manera oficial?
¿De verdad conoce usted a alguien que haga esas patochadas?
Vamos a ser un poco serios que, como decía ese personaje que, lejos de ser honorable, se lo llevaba crudito bajo el hipócrita paraguas de «España nos roba». Ese personaje, llamado Pujol, que se sentía en la obligación de decidir cuando tocaba y cuando no.
¡Que jodío! Aquí mando yo.
De ese ¿catalán? debía usted preocuparse un poco más y que reintegrase, vulgo devolviese, lo que él y su adiestrada familia pusieron a buen recaudo riéndose de todos ustedes. Y de nosotros, claro.
Y sin embargo se le va a usted la fuerza por la boca reclamando temas y asuntos, que no tienen ningún sentido. Tengo que proclamar que su aparición en la política, sr. Torra, es un desastre para los catalanes y un mal ejemplo para el resto de españoles. Claro que es una opinión pero tan válida, por lo menos, como la suya. Y su comportamiento el día del homenaje a las victimas de la Rambla y de Cambrils, cuando le estaba saludando el líder del PP en Cataluña, usted, con muy mal gesto salió escopeteado como alma que lleva el diablo. De nuevo la mala educación. ¡Qué pesado!
En fin, presidente de la Generalidad, no lo tiene usted fácil. Su puesto y, por tanto su responsabilidad, requiere de cualidades que, hasta el momento han brillado por su ausencia. Está claro que no van con usted. A usted le hacen creer que sí, pero no. ¿Dónde estaba usted hace años? ¿Refugiado en el regazo de Puigdemont?
Dicho de otra forma, usted es nuevo en la plaza y le hace falta eso, placearse para dar al menos el 10% de talla política necesaria para gobernar una comunidad tan bella y rica como la Comunidad Catalana. Anímese que nunca es tarde.
Se está terminando un verano que ha sido un verano extraño, y claro que han ocurrido cosas, pero me permito recordar que después del verano aparece el otoño y este año, viene con una actividad que no se recuerda hace mucho tiempo. Nos vamos a entretener.
Mientras tanto, el PP se está, espero, organizándose después de la llegada de Pablo Casado. Él se ha encargado de decir, casi proclamar, que va a plantar cara al gobierno y al PSOE de forma firme y contundente, que se han acabado las bromas y que ellos, el PP, va muy en serio. No lo va a tener fácil pero el hecho de hacer una declaración de intenciones en el sentido de «no pasar una», transmite ánimo y fe para ir acometiendo los problemas que se avecinan que no son pocos.
El tercero en discordia, es una incógnita. Ciudadanos tiene una base honrada que gusta al electorado, cansado ya de que no haya verdaderos cambios con caras y sobre todo ideas nuevas. El sr. Rivera sabe el camino pero le faltan acompañantes para iniciar la travesía con garantías de éxito.
Así es como se presenta el otoño, por otro lado pendientes de que Iglesias y sus huestes echen las patas por alto y se pelen con el mundo. Todo puede ocurrir.
Vamos a cruzar los dedos pidiendo suerte pero vamos a poner firme de una vez por todas al sr. Torra, que sigue creyéndose el rey del mambo, con lo mal que se lleva él con los reyes.