Sánchez-Podemos, una alianza letal
E l presidente del Gobierno está podemizado o se ha vuelto loco por seguir todo el tiempo que sea posible en La Moncloa. Está claro que los 84 escaños que ocupa en el Congreso no dan para hacer algo. Sánchez debería convocar elecciones cuanto antes y no llevarnos a otro desastre económico, político y social. Las conversaciones que está manteniendo el gobierno con Podemos a cambio de su apoyo, que en todo caso no es suficiente, para subir los impuestos, cambiar algunas figuras fiscales y gastar más son letales para la economía española, que ya empieza a mostrar signos de agotamiento. Y les voy a poner ejemplos de estadísticas que están saliendo en los últimos días. Han bajado las ventas del comercio, el número de turistas y de pernoctaciones, se ha reducido el consumo de energía y la firma de hipotecas. Todos estos datos avalan el enfriamiento de la economía que, por si fuera poco, está mirando a Turquía, Argentina, Italia y ahora a Suecia como los focos de preocupación.
En este contexto, con una deuda pública del 100 por ciento del PIB y 3,4 millones de parados, el gobierno podemizado de Pedro Sánchez pretende subir aún más los impuestos a los trabajadores (o es que los que ganan 60.000 euros brutos al año, o 120.000 o 150.000 no trabajan) las empresas, los autónomos, a los usuarios de diésel, a los que ahorran, a los que tienen un plan de pensiones, a los propietarios de viviendas. Todo un plan letal para el ahorro, la inversión y el empleo. Parece que Sánchez no ha aprendido la lección de su antecesor Zapatero. Con sus propuestas logrará aumentar el déficit, subir el paro y empobrecer a los que dice querer defender. Son las mentiras de siempre. Subir los impuestos a las empresas o a los ricos, como dicen, ralentizará la economía y lo pagarán los trabajadores y los pensionistas. Mire a su alrededor y comprobará que los países con menos impuestos, menos deuda, menos déficit y más libertad económica son donde los ciudadanos viven mejor.