Cerrar
León

Creado:

Actualizado:

La llegada ayer de las nubes y de la lluvia terminó por disipar las dudas sobre que el verano toca a su fin. Fue un aviso inapelable en las ciudades a las que se transmitió lo vivido este pasado fin de semana en el mundo rural, cuando se terminaron de cerrar las últimas casas colocando esas tablillas que intentan proteger las puertas del largo invierno demográfico que sólo se interrumpirá, como cruel paradoja, si toca retornar al pueblo a algún entierro.

Y como epílogo, este sábado, la ofrenda de los municipios bercianos a la Virgen de la Encina estrenará formato pluriinstitucional, porque los ayuntamientos se rinden a la evidencia de que esa despoblación no les permite el reunir a suficientes personas. Precedentes había con la renuncia de Trabadelo o la petición que hizo Oencia para que los ‘mozos’ de Noceda repitiesen para llevar en sus hombros a la patrona berciana al no conseguir reunir a efectivos suficientes. Ahora se unen los municipios del Bierzo Oeste, curiosamente una zona que sí tiene un cierto motor en el Camino de Santiago que surca esa tierra en la escalada hacia el Cebrero.

Pero ese inapelable vacío es la cruel realidad de los pueblos, que incluso cada vez tienen más problemas para revivir sus laureles en agosto, porque a medida que faltan las abuelas también hay menos oriundos dispuestos a gastar sus vacaciones persiguiendo sus raíces.

Hoy la provincia vivirá un nuevo episodio en la lucha por la supervivencia. El Órbigo, una de las pocas zonas por las que aún fluye la savia poblacional, está herido con el anunciado cierre de Vestas. Las exigencias tienen que ser realistas y ésta lo es. Atrás quedan enterrados los fondos mineros en polígonos y obras para nada y para nadie.

La Junta anuncia que hay más alumnos. Prestidigitadores de la estadística, pensarán hoy en los colegios al ver las mermantes listas de sus aulas.

Pero quizá sea una venda más para enrocarse en la nada. En repetir idénticas monsergas y lamentos aunque pasan las décadas, insistiendo en defender concejos y ayuntamientos vacíos mientras duermen los domingos en su casa de la capital tras amañar lo que les dejan en el pueblo.

Y nos dirán que el turismo es el futuro. En cada valle harán un ‘porc aventura’. Lástima que las últimas matanzas se acabaron al marchar los últimos.