Vest-i-as

El oficio de comentarista exige en primer lugar posicionarse en la eterna lucha entre el Bien y el Mal, representados en el caso que nos ocupa por el sangrante conflicto dispuesto entre la clase de tropa que tenía su puesto de trabajo en Villadangos del Páramo y la factoría eólica danesa Vestas, o Vestias, una de las más competitivas de Europa y símbolo por antonomasia de lo que se conoce como capitalismo de rostro humano. No es un caso para Colombo, ya que el final del asunto parece evidente en vista de los hechos contantes y sonantes que nos hablan de despidos a tutiplén, huida de una firma que ha recibido bonificaciones y subvenciones a manos llenas desde su localización en 2006, y maestra en la estratagema de engañar a todo el mundo. La desgracia y el conformismo forman parte del ajuar genético del pueblo leonés, y ahí tenemos el legendario timo de Biomédica. ¿El ERE que afectará a más de 2.500 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, es una provocación o una falta de respeto definitiva, después de la apertura de hostilidades laborales que están arruinando la felicidad pública de nuestra golpeada provincia?

El círculo virtuoso de la economía tiene mucho que ver con la falta de autoestima que padece León, que con el correr de los años ha ido pasando confortablemente de la pobreza a la mucha pobreza. La canallada perpetrada por Vestias ha causado una suerte de estupor culpable entre los comediantes que nos gobiernan, conscientes muy a su pesar de que los lazos de conciliación son prácticamente inexistentes y, por eso mismo, queda poca mantequilla que cortar. Lo cierto es que ahora mismo ya no valen lamentos ni advertencias, solo el pulso callejero, el clamor ciudadano y la feroz negativa a claudicar a cualquier precio. Hay que esperar para ver hasta dónde llegan los efectos del pedrisco, claro, al tiempo que se reparten azotes de ignominia y oprobio a una empresa experta en planificar tanto las cuentas como los cuentos. Pero sin que sirva de precedente y todos juntos de una puñetera vez, si es que vamos a ser aniquilados, que sea con unidad y con gloria.