cartas al director
León se inunda
S í, León se inunda; y no de buenas noticias, ni de puestos de trabajo, ni de generosos turistas repletos de euros para gastar, si no de agua. Aguas sucias, aguas de barro que dañan todo lo que tocan. El pasado domingo, día 9 de septiembre y sobre las cuatro de la tarde, se desencadenó una tormenta que en cuestión de minutos, anegó los alrededores de la plaza de Toros y Fernández Ladreda, alcanzando casi el medio metro de agua. Y ya es la quinta vez en este año que la avenida de Fernández Ladreda se vuelve intransitable, dañando sotanos y locales, y dejando la calle llena de orondas y lustrosas ratas que huyen del inminente ahogamiento. Y en la rotonda de la confluencia con José Aguado se forma una piscina circular con geiseres incluidos.
Sr. concejal responsable de Aguas, algo está pasando para que con poco más de un pis, se inunden las calles. De poco sirve tener una red de alcantarillado si no la cuidamos y la mantenemos limpia, si está tan cegada de suciedad que apenas deja correr un hilo de agua. Pongamos al menos todos los medios posibles para que esto no pase. La otra solución es explotar turísticamente el problema y llamar a León la Venecia del Norte ó mejor, la Venezia Cazurra... y a ver lo que pasa.
FRANCISCO S. ROMÁN
La guerra terminó
D esconozco las motivaciones —más allá de las penurias de la época— de Germán Visús y José Mir para defender respectivamente al Ejército Nacional y al Ejército Popular de la República en la batalla del Ebro hace 80 años. Ambos han protagonizado un vídeo en el que los dos supuestos antiguos enemigos, son capaces de mantener una conversación distendida sobre lo que familiarmente les ha deparado la vida. Y esas imágenes —según el presidente del Gobierno— pretenden utilizarse en la conmemoración del 40 aniversario de la Constitución. Ante lo que algunos representantes políticos y colectivos no han tardado en escandalizarse. Pero ni Germán representa al general Franco y los rebeldes, ni José hace lo propio con Azaña y los suyos. Como tampoco probablemente su actual buena sintonía se deba únicamente a la posibilidad de votar la Carta Magna en su momento. Lo que seguramente más ha contribuido a su actual relación, es que lo que les condujo a uno u otro bando hace muchos años que terminó. Su amena conversación, no obstante, ha pretendido ser interrumpida por quienes siguen viendo en ellos a los vencedores y a los vencidos, y por quienes sin haber tenido la oportunidad vital de ser testigos de lo que ellos fueron, pretenden —probablemente en una cerrada defensa de sus ocupaciones actuales— seguir viendo heridas abiertas donde Germán y José sólo ven dolorosas cicatrices.
LUIS ALBERTO RODRÍGUEZ ARROYO
Democracia impostada
L a dictadura nos dejó alelados. En tan mal estado quedamos que, después de cuatro décadas de democracia, aún no hemos sido capaces concluir una verdadera transición.
Se dice que Franco lo dejó todo bien atado y, al parecer, aún no hemos sido capaces de desatarlo. Él nos regaló la monarquía y, a día de hoy, seguimos gritando vivas al rey. Él amparó y fomentó el nacionalcatolicismo y ahí seguimos haciendo genuflexiones ante los jerarcas católicos y colmándolos de vergonzosos privilegios. Él ordenó construir el monumento del Valle de los Caídos para perpetuar la memoria de su ignominiosa y criminal cruzada y, para mayor escarnio, su cadáver sigue custodiado y venerado por veintiún monjes católicos. Èl nos dejó torturadores y militares golpistas condecorados a los que la democracia ha seguido pagando su despreciable traición. Él, el tirano, amasó una gran fortuna que están disfrutando tan ricamente sus herederos. Todo esto y más, 40 años después, está ocurriendo en esta España nuestra, en esta democracia impostada. Gobernantes pusilánimes y cómplices y una ciudadanía timorata, acomplejada y reaccionaria siguen haciendo posible semejantes dislates democráticos.
Pedro Serrano
Pensiones y Hacienda
H ace unos pocos meses que la Seguridad Social enviaba una carta a los pensionistas comunicándoles la subida del 0,25% para el año actual. Más tarde, el cambio de gobierno y los apoyos que necesitó para aprobar los Presupuestos Generales del Estado para este año, incluyeron una subida general a las pensiones de 1,60%, porcentaje que se incrementa hasta el 3%, en las pensiones mínimas. Sin embargo, hay pensionistas que a pesar de estas subidas, perciben cantidades inferiores a las que cobraban no ya en 2017, sino también a las del mes anterior (julio 2018). El motivo es porque la retención del IRPF también ha sufrido variación de julio a agosto del año actual, pasando del 18,74% al 20,25%, respectivamente. Por una parte, acuerdan una subida para el pensionista, pero en realidad quien se beneficia de esta subida es Hacienda y los pensionistas cobran menos que en 2017. Esta situación para los pensionistas afectados supone una tomadura de pelo y un nuevo engaño de este gobierno, que sube los impuestos no a las clases altas como dice, también lo hace a los pensionistas.
Plácido cabrera ibáñez