EDITORIAL: La pobreza energética no ha desaparecido
Más de la mitad de los consumidores que tienen derecho al bono social de la luz pueden quedar excluidos de las bonificaciones creadas para paliar la exclusión y la desigualdad que arrastran a la i?njusta pobreza energética. Las dificultades que impone la nueva normativa están muy lejos de las posibilidades de los colectivos más desfavorecidos, a los que la jaleada recuperación económica está muy lejos de llegar. Las situaciones de vulnerabilidad no sólo no han desaparecido, sino que siguen aumentando en un escenario de inexplicable incremento de precios de la electricidad. Dejar fuera de esta herramienta de protección a la mayor parte de los posibles beneficiarios está muy lejos de las políticas sociales que se pregonan y venden. Una situación inadmisible que exige soluciones.