EDITORIAL | Más colaboración para el Hospital Veterinario

Hace bien la Universidad de León en no fiarse y en adelantar estrategias para que uno de sus baluartes académicos, el Hospital Veterinario, esté sobradamente preparado para renovar en 2024 la acreditación europea que tanto le costó alcanzar a la facultad. El gran reto es promover la llegada de casos clínicos a las instalaciones de Vegazana para que los estudiantes puedan realizar sus prácticas son suficiente solvencia. Y en este objetivo se debe enmarcar también la llamada de atención a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, que hace dos años firmó un convenio con la Universidad para convertir al Hospital Veterinario de León en Centro de Recuperación de Especies Silvestres (Cras). Entonces se alabó la capacidad y preparación de los especialistas de la ULE y de las instalaciones del campus y se incidió en el beneficio evidente que supondría para los estudiantes de grado y posgrado tratar animales salvajes, sin olvidar el prestigio que aportaría dicho estatus a la facultad leonesa. Ya es una paradoja que la única provincia con estudios veterinarios de la Comunidad no haya sido tenida en cuenta hasta entonces por la Junta como receptora de fauna silvestre para su tratamiento, como sí lo son Valladolid, Burgos, Zamora, Segovia y Salamanca. Pero más extraño es que, dos años después de firmado el convenio, sigan derivándose al Cras de Valladolid animales salvajes encontrados en León, como la consejería reconoce en el último balance del servicio realizado este año y en el que ni siquiera se menciona a las instalaciones leonesas.