Diario de León
León

Creado:

Actualizado:

Tengo para mí que las personas que duermen siesta resultan más interesantes en sus juicios. Y no por el hecho de que pongan a enfriar las neuronas en el ecuador del día. Es por la coincidencia horaria, que les ahorra ese mal trago de soportar el telediario. Si tenía alguna duda el pasado sábado, por un desajuste de tiempos, fui testigo de cómo la nueva caja tonta podemita explicaba el patrimonio de los políticos. Algo así como un Aló presidente a este lado del Atlántico en la semana en la que la vicepresidenta Calvo —ni siquiera se atrevieron los añorados predecesores en su cargo Alfonso Guerra y Francisco Álvarez Cascos — nos había obsequiado con su deseo de establecer límites a la libertad de expresión porque «habría que mirar con qué tipo de regulación se tendrían que tomar decisiones» (sic).

Viene esto a cuenta de la importancia creciente que tienen los matices en un mundo que circula a velocidades vertiginosas. Apenas hay tiempo para profundizar y aclarar las cosas, y se nos cuelan neotérminos como el de los ‘derechos de los animales’ que acaban por hacerse firmes. ¿Derechos? ¿De todos? Me chirría el asunto al llegar a las ratas y las cucarachas. ¿Son genocidio las campañas de limpieza? Supongo que lo de los derechos no se determina por un criterio de nivel de inteligencia... entonces surgirían dudas en el caso de muchos que andan sobre dos piernas...

Esta semana, en Valladolid, surgía una noticia que me hizo revisar el calendario (no es 28 de diciembre): «Multa de 150 euros a los dueños de perros que no frieguen el orín en fachadas o mobiliario». Existe un problema y no es cuestión de que se baldee menos las calles. Hay muchos más perros que antes. Verdaderos caballos evacúan vejigas que son auténticos camiones cisterna en comercios o portales. Y sobre los residuos sólidos, es cierto que hay muchos ciudadanos que cumplen, pero también cuánto ejercicio de cervicales. Mirada a la derecha, a la izquierda, adelante, atrás... sin testigos. La prueba o mejor miles de pruebas en las zonas ajardinadas de las ciudades, convertidas en auténticos campos de minas. Mi tío Fernando dudaba sobre si su caniche Morito era el más perro en su casa.

Otro día hablamos de los ‘derechos’ de esos animales de gran tamaño que viven en pisos, de la seguridad y el cumplimiento de la ley, o de los derechos de los niños a disfrutar de unos parques sin ‘sorpresas’.

tracking