Una herencia para construir futuro
Si la actividad minera en la provincia parece abocada a desaparecer, no lo hace el patrimonio industrial y social que deja en herencia. Convertir lo que durante décadas ha sido forma de vida en las cuencas en un atractivo turístico es una experiencia que se ha llevado a cabo con éxito en otras partes de Europa, y también de España; pero en la que León camina con retraso. A excepción del Museo de la Siderurgia y la Minería de Sabero, que ha sabido poner en valor esta herencia. Una treintena de museos en todo el país buscan actuaciones conjuntas para hacer del legado minero un recurso de futuro. Ayer se reunieron en León y la Junta anunció que prepara una Ley de Patrimonio que prevé contemplar nuevas figuras de protección para los conjuntos industriales del carbón. Quizá ya sea tarde para algunos de ellos, las prisas de las liquidaciones empresariales se han llevado por delante sin contemplaciones auténticos emblemas mineros. Pero hacer de estos restos un reclamo turístico es una de las pocas oportunidades de dinamizar las comarcas afectadas por el fin del carbón. Sabero es un buen ejemplo.