EDITORIAL | Vestas: una pugna irresponsable que puede causar daño
El cierre de la actual factoría de Vestas resulta inapelable. Pero en juego está el futuro industrial de sus instalaciones de Villadangos del Páramo. Tras varios meses de protestas y movilizaciones de sus trabajadores han conseguido un acuerdo razonable y asumible para liquidar su actual vinculación con la multinacional danesa y ahora toca aclarar qué posibilidad de futuro se les plantean. Y ahí es donde todo empieza a encaminarse hacia una especie de ceremonia de la confusión, en la que las instituciones pugnan por competir en protagonismos, celos y ‘ventas’ de logros. Y, mientras, lo verdaderamente importante, el trabajar todos unidos por el futuro de la planta industrial queda relegado a un segundo plano, como un medio para conseguir el que aparece como hipotético fin último, el que el Gobierno central (PSOE) o el de la Junta (PP) puedan venderse como salvadores del asunto.
En cuestión de horas hemos pasado de no tener nada a anunciar ofertas de solución que incluso puede dar la sensación de que son incompatibles o suponen una competencia que ojalá se diese en realidad.
Y la duda es evidente. Si esta pugna no acabará generando daños. En el actual mapa competencial español la intervención en temas industriales corresponde a ambas instituciones. Sería deseable y exigible que se olviden de buscar réditos políticos y abran una línea franca de diálogo, con actitud de colaboración máxima para intentar captar inversiones industriales para la provincia. Eso sí sería un logro y no arañar un puñado de votos.