EDITORIAL | Nuevas fórmulas para dar impulso a la FP Dual

La escasa implicación empresarial en la Formación Profesional Dual puede hacer fracasar un modelo educativo enfocado directamente a la integración laboral de los jóvenes y que ha sido la gran apuesta de la Consejería de Educación en el Plan Estratégico de FP hasta 2020. Son 6.000 los alumnos matriculados en León en grado medio y superior y que optan a esta formación integral, pero sólo 33 pueden completar su aprendizaje en una empresa. Por ello, es obligado encontrar dónde está el punto débil que lastra este sistema y que impide que en León no cuaje este modelo cuando los datos de la Comunidad, con 700 alumnos integrados en el programa, son al menos aceptables. Lo cierto es que se ha multiplicado en un año el número de empresas afincadas en León que participan en el proyecto pero su aportación no es suficiente para que el impulso sea significativo. El problema, según la Junta, radica en el mal endémico que caracteriza el tejido empresarial leonés como es la carencia de industrias potentes que sí existen en provincias como Burgos o Valladolid, en donde la FP Dual va como la seda. Dos son los factores fundamentales para sacar este modelo del estancamiento que sufre en León. Las asociaciones empresariales y las cámaras de comercio tienen en su mano la capacidad de animar a las empresas a apoyar un tipo de formación que, por otra parte, siempre han reivindicado; y la Consejería de Educación debe buscar nuevas fórmulas para superar las reticencias de las pymes porque de lo contrario el programa estrella de FP del que presume la Junta nunca cuajará en León.