El centro-derecha en España
A nte el horizonte electoral que se dibuja en España: elecciones andaluzas el 2 de diciembre; europeas, autonómicas y municipales en mayo del próximo año y con la incógnita de cuándo serán las generales —como muy tarde tocan en junio de 2020— el espacio electoral del centro derecha se presenta a las urnas con tres siglas distintas: PP, Ciudadanos y Vox.
El expresidente del Gobierno y del PP, José María Aznar, recordó hace unos días, en una clara crítica a Rajoy, que en el 2004 él legó a este un centro-derecha unido en torno a las siglas populares, y que cuando el político gallego decidió irse a su casa tras prosperar la moción de censura de Pedro Sánchez, ese espacio del centro derecha estaba ya fracturado en tres formaciones políticas. Ciudadanos nació hace unos años en Cataluña para defender el constitucionalismo en esa Comunidad Autónoma y Vox ha vuelto a emerger, al menos en las encuestas, como consecuencia de un voto del PP descontento con la gestión de Rajoy al frente de Gobierno y del propio partido.
Las posibilidades de un acuerdo o entendimiento entre estas tres formaciones políticas antes de las elecciones parecen escasas. Otra cosa será a posteriori. La primera prueba de fuego para el PP, Ciudadanos y Vox serán las elecciones autonómicas en Andalucía que tendrán lugar el domingo 2 de diciembre. Ahí, la incógnita principal no será quien va a ser el partido más votado, que parece claro que será el PSOE, sino que en la pugna PP-Cs quien queda por delante del otro. Si fuera el partido de Rivera, eso supondría un serio revés para el nuevo líder del PP, Pablo Casado, aunque en ese supuesto, es previsible que desde la dirección popular se argumente que el candidato de su partido, Moreno Bonilla, no era de su agrado pero que se respetó el hecho de que ya estuviera designado cuando Casado ganó las primarias de julio. Y si es el PP quien queda por delante de Ciudadanos, lógicamente eso será un balón de oxígeno para Casado, pensando en las siguientes citas electorales.
Más allá de los resultados que cada una de las formaciones políticas del centro-derecha obtengan en las diferentes elecciones, parece claro que están condenadas a entenderse allí donde eso fuera posible y los números dieran para formar un gobierno autonómico o un ayuntamiento. En el espacio del centro-izquierda es evidente que la entente PSOE-Podemos tiene vocación de durabilidad, y esa es la apuesta tanto de Pedro Sánchez como de Pablo Iglesias. En el mapa político de nuestro País hay en estos momentos dos bloques políticos muy definidos, amén del papel que siempre pueden jugar los partidos independentistas catalanes y el PNV si sus votos fueran necesarios. Y en la moción de censura de Pedro Sánchez ya quedaron claras cuáles eran las preferencias de ERC, PdCAT y nacionalistas vascos.