EDITORIAL | El tan demandado museo de Semana Santa pone en evidencia a las cofradías

La demanda de un Museo de la Semana Santa en la capital de la provincia es una vieja reivindicación planteada desde distintos ámbitos de la sociedad. Pero sin duda fueron las propias cofradías las que durante años, incluso décadas, insistieron en que León necesitaba y se merecía un espacio expositivo monográfico para custodiar y difundir los valores de sus celebraciones. Pero parece que esa demanda no está acompañada de la implicación necesaria. El director del Museo Diocesano y de Semana Santa de León lo hizo evidente durante la firma de un convenio con la Diputación. «Como tales cofradías, no hemos tenido colaboración de ellas. Soy el primer sorprendido y siempre digo que me he visto un poco engañado», explicó Pedro Puente, la persona a la que el Obispado ha puesto al frente del proyecto.

Hasta el momento los avances realizados se han realizado gracias al dinero de las instituciones y a unas aportaciones particulares de personas que han facilitado 12.000 euros, un apoyo popular que también se puede calificar de escaso. Parece que como en tantos temas y ocasiones las exigencias no se corresponden con las verdaderas ganas de arrimar el hombro, una expresión directamente relacionada con el mundo papón. La Iglesia facilita el espacio físico. Las instituciones los fondos. Y las cofradías, ¿el disfrute de las instalaciones? La queja escuchada ayer parece entendible, lógica y fácilmente compartida.