EDITORIAL | Los ayuntamientos tienen que cumplir

Las estadísticas que se difunden periódicamente sobre la situación de las instituciones no dejan de sorprendernos. El que incumplan los periodos de pago resulta muy chocante porque son las primeras que aplican apremios y recargos sin atender mucho las razones que impiden a los ciudadanos no atender a sus obligaciones.

También resulta llamativo que no entreguen en tiempo y forma sus cuentas a las instituciones que se encargan de la fiscalización. De nuevo parece que falla esa labor ejemplarizante que parece exigible a todo lo público para que el ciudadano o las sociedades de todo tipo también actúen con el mayor rigor posible.

Y ahora conocemos que, tras años de polémicas y debates sobre las normas de gasto en la administración que se aplicaron para frenar los efectos perversos que genera el déficit público, hay un buen número de incumplidores. Hacienda incluso aún aguarda las liquidaciones presupuestarias de 34 municipios leoneses.