En la liga de los buenos

No todas las goleadas son iguales. Ni en el fútbol, ni en la vida. Este domingo, las peñas de la Cultural Leonesa van a recaudar fondos, mediante una rifa, para el equipo mexicano Club Deportivo Leonesa. Fue fundado hace unos años en Jalisco, por admiración hacia el nuestro. Han mimetizado hasta el escudo. Juega en Tercera División y está integrado por chavales a los que el fútbol les aparta de las malas calles, muy especialmente de la tentación del dinero fácil y corruptor del narcotráfico. Muchos de ellos ni siquiera tienen dinero para renovarse las botas. Escuché ayer la entrevista que Radio Marca le hizo a Felipe Martínez, fundador y entrenador del equipo mexicano. ¿Cómo se le ocurrió la idea? Esta clase de imaginación germina en la humildad. Fue capaz de convertir las dos goleadas que nos metió el Real Madrid, en 2016, en un anzuelo. Siete nos metieron aquí los blancos, otros seis en su casa. Goleados, sí. Rendidos, jamás. Esa fue la conclusión de nuestros admiradores. La genialidad pedagógica de Martínez lo supo ver y utilizar en provecho de sus chavales. A unos críos no les puedes poner de ejemplo a Goliat sino a David. Y le ha funcionado, porque han convertido a nuestra Cultural en un referente del esfuerzo y del tesón. ¡Cómo celebraron nuestro ascenso a Segunda, con cuánta deportividad encajaron después el descenso! Sí, cuando se tiene poco o nada, primero has de vencerte a ti mismo, a la tentación del desánimo. En Jalisco, unos chavales quieren que su equipo sea como la Cultural. Ya lo es. Juegan en la liga superior, la de los buenos. En las dos acepciones de la palabra.

El partido frente al Burgos no será, pues, otro más. Ojalá saquen mucha plata. Qué gratificante resultan estas acciones fraternales, en un mundo en el que ya no vemos la botella medio vacía sino rota. Como bien han sabido ver las peñas: somos los leoneses quienes nos sentimos honrados. Gracias.

Aquellos 1-y7 y 6-1 no les llevaron a emular al Real Madrid sino a nuestra equipo local, vencido pero con el coraje deportivo intacto. Maravillosa decisión que uno intuye tiene detrás, además de la pedagogía de un gran técnico futbolístico, a un hombre bueno. En efecto, no todas las goleadas son iguales.