EDITORIAL | PSOE y PP deben repensar si ofrecen una política acorde con la sociedad
Este jueves se conmemoran los 40 años de la Constitución. Una fecha para celebrar porque supone un éxito colectivo sin precedentes en la sociedad española. Se podrían citar numerosos personajes que han realizado aportaciones decisivas pero también existen dos piezas fundamentales tanto en el origen como en el desarrollo del actual régimen democrático del que disfrutamos. El PSOE y el bloque UCD-PP han sido de algún modo el sostén para todo el aparataje constitucional español. Con incontables desaciertos pero nadie puede negarles que en momentos decisivos han estado a la altura. Pero, como en tantos apartados, también es necesario renovar las actitudes y los discursos porque la sociedad siempre tiene un nivel de exigencia alto. La reciente crisis económica ha sido el germen para la irrupción de los populismos en España. El 15-M desembocó en la formación de Podemos, un partido que incluso amenazó durante un tiempo la hegemonía del PSOE en la izquierda. Y este domingo irrumpió por la derecha Vox, también con un discurso que genera interrogantes.
Ayer, en la factoría de Vestas, PSOE y PP exhibieron lo peor de la política. Ese afán de buscar la foto y el rédito olvidándose de que a los ciudadanos lo que realmente les importa es que se resuelvan sus problemas. El éxito con el nuevo proyecto industrial es, ante todo, de los trabajadores. El pulso Gobierno-Junta resulta inapropiado, estéril e incentivador de esos riesgos.