El muro del norte
La vía de Feve suponía históricamente un conflicto para los barrios del norte de León, puesto que generaba una barrera con escasos puntos de permeabilidad entre Mariano Andrés y San Mamés. Pero ahora, con la obra concluida y pendiente de la burocracia, la valla ya no es metafórica, es literal. La reforma puesta en marcha y que paralizó la entrada de los trenes en la zona de La Asunción incluyó la adecuación de unos paseos y de unos cruces —que ahora generan el problema al ser auténtico pasos a nivel en plena ciudad— que ni tienen trenes ni facilitan el tránsito. Hace unos días vecinos de la zona exigían que al menos se retiren las vallas de obra que bloquean el paso de peatones. En el caso de Álvaro López Núñez esas vallas son derribadas periódicamente por personas que quieren acceder al paseo de la vía en dirección norte. Ahora la vía de Feve es un muro, literal, que impide el paso y, lo que es peor, para el que no existe fecha de caducidad. Los únicos que parece que tienen carta libre en la zona son los graffiteros, tan amigos de los espacios ferroviarios.