Diario de León
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

c Pedro Serrano escribe sobre el ‘Sentido del humor’: «En este país se está perdiendo el sentido del humor y por ende el democrático. Leyes que lo permiten y fundamentalistas ideológicos y religiosos están llevando ante la Justicia a payasos, humoristas y ciudadanos de a pie como si fueran peligrosos delincuentes. Lo paradójico es que esos mismos denunciantes intolerantes con el humor, más o menos afortunado, no ponen el mismo entusiasmo en denunciar la corrupción de políticos de su cuerda o los abusos de sus clérigos pederastas.

Es lamentable que hayamos perdido la capacidad de ver el lado cómico de las cosas humanas y divinas, de relativizarlas, de cuestionarlas. El humor es la sal y pimienta de la vida; sin él nuestra existencia sería más insípida. El humor nos hace más felices, más transigentes, mejores personas, más humanos. Tener sentido del humor denota inteligencia y comprensión de nuestra precaria realidad y, además de ser terapéutico, nos ayuda a soportar con mejor talante los reveses de la fortuna».

c Luis Alberto Rodríguez Arroyo critica la ‘Libertad y democracia a golpes’: «Soy nieto de uno de nuestros mayores que al poco de cumplir la mayoría de edad, se vio obligado a abandonar su pueblo para integrarse en uno de los bandos —da igual cuál— durante la contienda civil. Tras finalizar el conflicto decidió asentarse donde éste le dejó, en el País Vasco. Allí desarrolló toda su vida laboral y familiar, con gran esfuerzo y enorme generosidad. Soy por tanto hijo, sobrino o primo, de padres, tíos o hijos de estos, nacidos en el pueblo o en el propio País Vasco. Nací en la maternidad de Santutxu, en el ‘mismo Bilbao’, como nos gusta decir. Allí viví 26 años, sin apellidos vascos y sin Rh negativo —es cierto—, pero sintiéndome —antes y ahora— como un autóctono más. Tuve mucho tiempo para ocultar que también me sentía español, ese sentimiento que unos cuantos —pocos— subestimaban sin motivos fundamentados. Y muchos días para, tras salir de la facultad, preguntar si ‘hoy también —en nombre de la libertad, el progreso y la democracia— alguien había decidido descerrajar un tiro en la nuca de alguien’. El sentimiento de orfandad intelectual —por el asesinato de quienes osaban discrepar en público— y la necesidad de que mis hijos no vivieran lo mismo, me hizo aprovechar la oportunidad de una oposición nacional para poner tierra de por medio. En estas cosas pienso cuando leo que un joven ha sido apaleado en Vitoria por pertenecer a una asociación pro unidad nacional. Con cada golpe, supongo, le habrán recordado que en la libertad y democracia de los agresores caben pocos».

c Naomi Merchán Carballo pregunta: ‘¿Y el medio ambiente?’: «¿Cómo puede ser que el día del medio ambiente sea un tema que a nivel político se hable tan poco? Hace unos dias leí que se menciona en el Congreso en un porcentaje mínimo. ¿Es esto un reflejo de lo que a la ciudadanía le preocupa esta temática? Supongo que no nos sentimos del todo culpables, y pocos son los que quieren responsabilizarse del cambio. Pero creo que ya va siendo hora que empecemos a pensar más allá de nuestra salud y empecemos a cuidar la salud del planeta porqué, al fin y al cabo, nos afecta más de lo que queremos creer».

tracking