cartas al director
Europeístas
S i al final de todo y valga la redundancia, todos de una manera u otra nos consideramos europeístas, ahora bien, ya no tengo claro a ciencia cierta si es por interés o por sentimiento, pero algo está quedando patente en nuestra memoria, Europa es el camino a seguir, o por el contrario al igual que nuestros vecinos del norte, podríamos apostar por un brexit a la española, pero viendo como les está yendo casi diría que no. De las ventajas de Europa nos hablan constantemente, pero de las desventajas, nadie sabe nada, por que no quieren que lo sepamos y ser socio de esta alianza tiene un precio demasiado alto que no sé si podremos pagar, aunque de réditos y créditos España ya un tiene dos máster y un doctorado. ¡Seamos europeístas!, sí, pero bajo todos los parámetros que ello conlleva, dimitan como lo hacen en otros países, equiparen los sueldos, establezcan medidas de medioambiente serias y sostenibles con el tiempo, tan solo unos ejemplos de europeísmo que no lo es tanto. Eso sí, que resuelvan nuestros pleitos, sumarios y demandas el Tribunal de Europa, que al parecer somos inútiles hasta para esto. Pues miren ustedes, un país que no es capaz de solventar sus propios asuntos, es como un niño que corre tras sus padres, con la clara intención que le saquen las castañas del fuego.
SANTOS MARTÍNEZ PERANDONES
Vox no es un partido fascista
L as recientes elecciones en Andalucía han sorprendido a los partidos de izquierda por el gran número de votos cosechados por Vox, unos 400.000 consiguiendo 12 diputados en el Parlamento andaluz. Se han apresurado a censurar a este partido descalificándolo y llamándolo fascista, antidemocrático, xenófobo, anticonstitucional y que justifica la violencia contra las mujeres. Todo grandes mentiras porque se han asustado mucho y pretenden poner diques a su desarrollo electoral, temerosos de que cada vez más personas en España hartas de sus falacias, les voten masivamente.
Hasta el punto de que el líder del partido comunista de Podemos se apresuró a arengar a sus militantes y simpatizantes a tomar la calle y manifestarse contra Vox al día siguiente de las elecciones, basados en la mentira de su fascismo, como si el manifestarse contra el resultado de las urnas fuera democrático.
El fascismo fue el régimen implantado en Italia por Mussolini, en los años 30 del pasado siglo, y que era excluyente, totalitario, de partido único, que impedía incluso con violencia la oposición a sus principios y sus ideas. Es aberrante e indignante que un partido totalitario como el comunista que es excluyente de la existencia de otros partidos por principio, utilice la mentira para defender sus ideas.
Que no te engañen los comunistas y sus voceros, Vox no es antidemocrático, no es anticonstitucional, no es de extrema derecha, no es fascista, no es xenófobo ni justifica la violencia conra las mujeres. Todo son grandes mentiras, porque están muy asustados temiendo que van a perder pronto su nefasta hegemonía en España. Vox es un partido que defiende la unidad nacional y la integridad territorial de España, la vida, la familia, la libertad de enseñanza, las libertades democráticas y la Constitución española de 1978. Desde estos principios hay que calificarlo con conocimiento de causa y realismo, no desde la frivolidad y la descalificación mentirosa, interesada y fraudulenta.
roberto grao