EDITORIAL | Apuesta por el aeropuerto

Cuando las opciones de supervivencia del aeropuerto de León parecían en situación crítica por falta de vuelos y pasajeros, el escenario se ha revertido gracias a una oferta de vuelos estabilizada y al empujón de los viajes organizados por el Club de los 60. Desde 2013 se han sumando cinco años de paulatino crecimiento hasta conseguir que las cifras de ocupación retornen a los niveles del principio de su decadencia. Sin embargo, aún resta mucho para repetir los mejores registros que ha alcanzado en este siglo la infraestructura aérea, cuando en 2007 prácticamente se triplicaban los datos actuales. Por ello, es necesario seguir trabajando para que la tendencia siga siendo alcista porque León no se puede permitir el lujo de condenar al aeropuerto cuando se avecina una época determinante para posicionarse como núcleo de comunicaciones y atraer proyectos para la reindustrialización. Es cierto que no puede prescindir de ayudas públicas, pero tampoco lo pueden hacer los enclaves de nuestro entorno.