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FRANCISCO J. LóPEZ RODRíGUEZ Profesor
León

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L a situación en Cataluña y los últimos acontecimientos nos recuerdan la rendición de Breda. La ciudad de Breda estaba defendida por Justino de Nassau, de la casa de Orange. El cerco y sitio a la ciudad fue una lección de estrategia militar.

Las crónicas de la época cuentan que la defensa de Breda llegó a ser heroica, pero la guarnición tuvo que rendirse y levantar la bandera.  Fue una capitulación. que el ejército español reconoció como tal, admirando en su enemigo la valentía de los asediados.

Por estas razones permitió que la guarnición saliera formada en orden militar, con sus banderas al frente. Los generales españoles dieron la orden de que los vencidos fueran rigurosamente respetados y tratados con dignidad.

Las crónicas cuentan también el momento en que el general español Spínola esperaba fuera de las fortificaciones al general holandés Nassau. La entrevista fue un acto de cortesía, y el enemigo fue tratado con caballerosidad, sin humillación. Este es el momento histórico que eligió Velázquez para pintar su cuadro.

No se pretende cercar a Cataluña y privar a todos los catalanes de víveres y otros suministros para su rendición. La Constitución española es clara y el Gobierno sabe lo que tiene que hacer para defender la unidad de España.

Este Gobierno transmite a la sociedad española que con Cataluña hay que dialogar ¿Dialogar qué? Si se han salido de la Constitución. Si han proclamado la república catalana. Si hay un presidente que se ha fugado. Si en su huida establece una República en el exilio.

Este Gobierno está sometiendo el Estado a los intereses independentistas. ¿Por qué? Porque para el Gobierno le importa más estar en el poder que actuar contra aquellos que rompen España. El felón Pedro Sánchez ascendió a la ambición a través de una moción de censura apoyada por independentistas y por aquellos que regaron de sangre el territorio español.

Cataluña no es cuestión de dialogo es cuestión de aplicar la Ley. Para los independentistas las reuniones han sido un éxito porque tienen sentido de bilateralidad.

Se habla de Estado a Estado, de Jefe de Gobierno de España a Jefe de Gobierno de Cataluña. En las reuniones están representadas las banderas de España y de Cataluña. Es decir, estamos reconociendo una realidad y colmando a los independentistas con razones. Pero, ¿qué más debe pasar en Cataluña para que el Estado actúe?

Este Gobierno no lo hará porque necesita a los independentistas para sus caprichos. Caprichos de poder. Deseos de grandeza. Deseos de soberbia.

Cuando se pierde la dignidad ya nada es posible. Cuando mantenerse en el poder es un fin. Cataluña actúa como un estado independiente y Pedro Sánchez y su Gobierno son conscientes. Pedro Sánchez necesita a los independentistas.

No sabemos las promesas, pero sabemos que hay concesiones, prebendas e inclusive permitir que estén al margen de la Ley, por cierto, ya no se atreven a decir Constitución sino, un eufemismo de someterse a la seguridad jurídica. ¿Hasta dónde llega la subyugación del Estado?

A Pedro Sánchez le importa un rábano la nación, España. No tiene sentido patriótico. Para él el poder fue una ambición, fue un narcótico que cada vez engancha más. Se dice que la ambición podrá ser suprimida pero no podrá suprimirla ninguna clase de instrumento legal.

En nuestra sociedad el hombre es paranoicamente ambicioso porque la ambición paranoica se admira como una virtud, y los trepadores que alcanzan el éxito son adorados como si fueran dioses.

Se han escrito más libros sobre Napoleón que respecto a cualquier otro ser humano. El hecho es profundo y alarmantemente significativo. Los duces y los fuehrers dejarán de ser una plaga para el mundo solamente cuando la mayoría de sus habitantes consideren a tales aventureros en el mismo plano en que ahora colocan a los estafadores y a los alcahuetes.

Mientras los hombres veneren a los césares y a los napoleones, los césares y napoleones aparecerán con razón, y los harán retrospectivamente, hombres como Richelieu, Luis XIV y Napoleón que son más admirados por la breve gloria que lograron, que odiados por las duraderas miserias que fueron el precio de dicha gloria. Oriana Fallaci decía: no comprendo el poder, el mecanismo por el cual un hombre o mujer se sienten investidos o se ven investidos del derecho de mandar sobre los demás y de castigarlos si no obedecen.

Venga de un soberano despótico o de un presidente electo, de un general asesino o de un líder venerado, veo el poder como un fenómeno inhumano y odioso.  ¿Y cuál es el gran mal del mundo? Lo tengo clarísimo: la ambición de poder y de dinero. Es la madre de todas las desgracias que han sucedido y se sucederán.

Ayn Rand dice: La ambición de poder es una mala hierba que sólo crece en el solar abandonado de una mente vacía. Antonio Muñoz Molina hablando de los políticos dice que: Creemos que ocupan posiciones tan levantadas de poder porque son muy inteligentes. En realidad, nos parecen muy inteligentes tan sólo porque tienen un poder inmenso.

La ambición suele llevar a los hombres a ejecutar los menesteres más viles. Por eso, para trepar se adopta la misma postura que para arrastrarse. Decía Epicuro ¿Quieres ser rico? Pues no te afanes en aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia.

La rendición de Breda no fue el triunfo final. La ciudad de Breda volvió a los Países Bajos en 1637 con la Paz de Westfalia debido a la ambición de los monarcas españoles, a la corrupción y a la inutilidad de los mandos.

Para la Corona española, la independencia de las Provincias Unidas representó una gran pérdida de prestigio. El mantenimiento económico de la guerra durante un periodo tan prolongado contribuyó en gran parte a provocar las sucesivas bancarrotas de la Corona española a lo largo de los siglos XVI y XVII, y al hundimiento de la economía de España.

Yo no sé si Pedro Sánchez conoce la Historia española, aunque sea doctor, lo dudo. Lo que sí sé que su orgullo está provocando una catarsis en la sociedad española.

Mahoma decía que hay tres cosas destructivas en la vida: la ira, la codicia y la excesiva estima de uno mismo. Al presidente del Gobierno le sobra codicia y le hace falta un poco de humildad. Sus exhibiciones son muy peligrosas.

Esperemos que una nueva Breda no signifique desgajar la patria. Alejandro Lerroux ante la proclamación de la República catalana, declaró el estado de guerra y Luis Companys fue encarcelado. Yo no sé qué declarará Pedro Sánchez, pero de momento, se ha rendido en Pedralbes.

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