Igualdad de sexo desde el principio para que llegue a toda la sociedad

La estructura social de España presenta un evidente desequilibrio entre sexos. Son incontables los ejemplos que pueden encontrarse. Pero resulta interesante que se analice hasta qué punto todo surge en el origen, cuando chicos y chicas comparten pupitres en las aulas. Un grupo de 25 científicas de León se ha puesto manos a la obra para combatir el hecho de que los niños estudien por ciencias y las niñas por letras, una circunstancia que luego tiene unas consecuencias demasiado importantes. Quieren que haya vocaciones científico-tecnológicas entre las chicas. Y es que hay datos que ponen en evidencia que las cosas ni siquiera están mejorando. Hace una década tres de cada cuatro profesores eran mujeres. Ahora el porcentaje se eleva por encima del 80%, lo que supone cuatro de cada cinco. Una femenización que en el fondo exhibe que las mujeres centran sus carreras profesionales en determinados ámbitos que les son más «clásicos».

La igualdad real está aún muy lejos, porque existen demasiados recovecos en los que se generan barreras y techos. Para que toda la sociedad se vea impregnada de una equiparación en todos los frentes será necesario trabajar mucho desde abajo, desde la formación y sobre la información que llega las nuevas generaciones. Los modelos y patrones aún se repiten y transmiten. Lo complejo es conseguir las fórmulas eficaces para pasar de la queja al remedio que cambie las cosas.