EDITORIAL | Efectos de la insuficiente educación sexual

La sociedad española ha vivido una auténtica revolución en las últimas décadas en múltiples aspectos pero aún mantiene determinado asuntos como tabúes generando unos aspectos perjudiciales. Éste es el caso del sexo. Un aspecto fundamental de la persona sigue generando silencios, incomodidades e incluso suspicacias porque aúna de algún modo todos los miedos que genera la intimidad y la pesada tradición religiosa de siglos sobre su vinculación con el pecado. La Democracia facilitó una reforma de la educación sexual hacia una parámetros más claros avanzando más allá de la procreación hacia la genitalidad. Pero aún existe un déficit en formación que se evidencia en casos como el repunte de las enfermedades sexuales entre los más jóvenes por su renuncia al preservativo por considerarlo sólo un método anticonceptivo y despreciando toda la profilaxis que aporta. La educación debería facilita una formación más completa porque en juego está la propia salud de los chavales. A estas alturas del siglo XXI sería importante escuchar a los expertos sobre la materia.