EDITORIAL | La seguridad y la privacidad, en riesgo
Un nuevo modelo de estafa salta a la actualidad con las nuevas tecnologías como base para el ‘modus operandi’ de los delincuentes. Se trata de la llamada telefónica de Hacienda que persuade de un ingreso de fondos inmediato a través de Bizum, la plataforma gratuita para el ‘pago entre amigos’ y con la que trabajan la mayoría de los bancos de este país. En este prototipo de fraude inquieta especialmente cómo los timadores pueden estar al tanto de quiénes están dados de alta en este servicio y de otros pormenores de la vida familiar del estafado, con el fin de que el engaño sea certero y las defensas de las víctimas caigan ante la certidumbre de que se encuentran, efectivamente, al habla con la Agencia Tributaria.
Es evidente que la tecnología avanza a un ritmo mucho mayor que el de la formación de los consumidores y que también lo hace mucho más rápido que los mecanismos para garantizar la seguridad y la privacidad de los usuarios. Ambas circunstancias son un peligro constante y real y es necesario tomarse en serio estas trampas para poder combatirlas.