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león en verso

El voto se pide con la boca pequeña

León

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Fue en una campaña electoral cuando a los leoneses les dieron a comulgar la escuela de pilotos; otra prueba de que la rueda de molino es una metáfora insuficiente para medir lo que da de sí la glotis. Al peso, la escuela de pilotos salió por un pico de papel; y en operaciones de compra venta de terrenos en La Virgen del Camino, cuando descollaron varios artistas amigos de lo ajeno de León, camuflados entre las élites burguesas, especialistas en mojar el pan en la salsa de las subvenciones; y ahí siguen; también los andurriales que se llenan de tomillos por el Corpus y de cardos en agosto, elegidos por el visor más rudimentario de la Sigpac para asentar una academia en plan Navy Fighter Weapons School; tal que la cabecera del valle del Jotón fuera San Diego y tuviera cabida en las puestas de sol un fondo de pantalla tipo Top Gun, con el beso de Cruise y McGillis a lomos de la moto, y todo. Luego, llegó aquel comentario rancio de un político que vio una ocasión inigualable para las mozas leonesas casaderas con los cadetes de la escuela y terminó por desengañarnos del primer fake news de nuestras vidas; a esa altura del proceso, no había leonés sin información de las costumbres del Eurofighter, su predilección por los picados, el hábitat adecuado para el planeo o su olfato con las corrientes de aire, que apetece como los buitres de la Tercia para otear los recovecos de la altiplanicie leonesa. Supimos también de la materia que construye el alma del avión. Hubo empatía hasta interiorizar los percances del aparato, aunque se localizaran en la vega del Guadalquivir o en la no menos lejana llanura manchega. Queda poco por prometer para ilusionar a un censo cada vez más diezmado; poco que pueda ilusionar si no se envuelve en papel de la fábrica de Moneda y Timbre, con ingreso directo en cuenta corriente. Por eso, rebajan la oferta a mejorar el bienestar y a no subir impuestos (como que esto no pusiera en solfa lo otro) y se sucede el relevo a la fórmula más ruda del prometer hasta meter. Podían añadir que darán de comer al hambriento, de beber al sediento, posada al peregrino y el resto de obras de misericordia materiales y espirituales; sin miedo al pleito por los derechos de autor. Contra el vicio de pedir, la virtud del elector.