al trasluz
Con y sin picante
Al día siguiente del debate entre Rajoy Zapatero, en nuestra Universidad, le pregunté a un amigo asistente qué le había parecido. «Entretenido, pero faltó picante. A ver si en el de los exrectores…». Los leoneses le echamos pimentón a todo. A mí me gustó el espectáculo inteligente y refinado ofrecido por los dos expresidentes, aunque en términos gastronómicos tuviese más de dieta que de atracón. Excelente curso este, coordinado al alimón por Teresa Mata y por Francisco Javier Vidal. No podía faltar al encuentro de ayer entre los cuatro exrectores (Nieto Nafría, Santoyo, Penas y Hermida), pues mis primeros pasos como periodista fueron en el campus. Si quiere usted saber si hubo o no hubo pimentón lea las páginas de Educación, lo mío aquí solo puede ser mero apunte. Sí puedo decirles que los cuatro recordaron a Miguel Cordero. Y que coincidieron en lo esencial, por ejemplo en que no ha sido ni es institución manejada por los partidos. Discreparon en matices sobre la gobernanza, como el porcentaje de representación del alumnado en los órganos de gobierno. En Plumas de caballo, Groucho es el rector Wagstaff, del campus de Huxley, para que nadie advirtiera que no tenía ni repajolera idea repetía: «sea lo que sea, me opongo». Me hubiese encantado llevarle el gabinete de prensa al excelentísimo y magnífico Wagstaff.
Vidal llevo con gran soltura y equidad el coloquio. Los cuatro dieron muestras de tener buena memoria y fácil verbo. Ah, por cierto, Rodríguez Zapatero se zampó en el debate con Rajoy su propio tiempo de intervención y además picoteó mucho del ajeno. Don Mariano no protestó pero, como retranca obliga, concluyó con una guinda en orujo: «yo lo que diga Zapatero».
En un momento del debate, Nafría repartió billetes de mil nietos, que imprimieron durante su rectorado los estudiantes de la revista Campus. El lado pesado de aquella chanza fue que el número de serie llevaba su teléfono privado. Gracias a este curso estamos confirmando que se pueden intercambiar ideas, sin crispación. Y hasta correos electrónicos. En la Universidad, como en los de Padrón, los debates unos pican e outros non. Supongo que al final se fueron todos contentos a cenar. Y que no se pagó con nietos.