Oxígeno

Se presentan en la vida encargos y encomiendas que se traducen en una sobrecarga y un lastre sobre los siempre aplazados proyectos que pretenden acotar el invasivo espacio laboral en favor de las nunca bien atendidas expectativas personales. A veces proyectos que han sido largamente acunados y mimados, y que tras cierto tiempo de travesía exigen renovados votos de compromiso. Cómo decir que no (al margen del respaldo al proyecto empresarial y el matiz de ‘sugerencia’ directiva) a los espacios que abren las vías de respiro, renovación, inspiración, energía... Imposible negarse a las propuestas innovadoras.

Y entonces vuelve a surgir la magia. No hay mayor chute de energía que la que nace de la ilusión y el entusiasmo. Y ahí te das cuenta, a poco que rasques, de que en este León sobra materia prima para la esperanza. Apenas entras en la rueda del positivismo te ves arrastrada por la buena onda, las vibraciones positivas, la excelencia profesional y el empuje joven y no tan joven de quienes ven más allá, van más allá, se involucran más allá. De los que dan todo de sí para crear espacios abiertos y divulgadores, huyendo de cuevas claustrofóbicas y sombrías en las que sólo laten ombliguismos bobalicones y miopes. Perfectamente ignorables.

Y ahí eclosiona el León inmenso. El que late dentro y el que se alimenta desde fuera. Tan experto en muchos ámbitos, pero joven y potente en tantos otros. Esta provincia no se muere a no ser que nos empeñemos (mucho) en ello. Y ahí se manifiesta la doble realidad en la que vivimos. Una quejosa, añeja, anquilosada y, visto lo visto en esta maraña electoral, con escasa tendencia a la renovación. La otra efervescente, vibrante y brillante, demasiado a menudo fuera pero con un cordón umbilical irrompible, anclado desde su excelencia y su empuje en una tierra que defienden con un envidiable orgullo. Y lamentablemente tan volcada en el voluntariado bienintencionado como ajena al compromiso de embarcarse en tomar las riendas en los ámbitos en los que se definen políticas y presupuestos. Ajena al acceso a las riendas del poder ejecutivo.

Suma de errores, al fin. Incapacidad de renovación efectiva por un lado y espíritu de ong sin mayores ambiciones de gestión por el otro. El avance paralelo parece llamado a no encontrarse. Lástima.