La financiación lastra el futuro de la Universidad
El dato de que la Universidad de León recibe 271 euros por alumno en transferencias de la Junta frente a los 405 de Salamanca, los 436 de Valladolid y los 462 de Burgos delata que existe una notable desigualdad que alguien debería explicar y corregir. La diferencia es muy grande y pone de manifiesto que existe una realidad detrás de la queja que elevaron recientemente cuatro exrectores de la Universidad leonesa, aunque lamentablemente lo hicieron bastantes años después de abandonar el cargo. La financiación es fundamental en cualquier aspecto de lo público y en el caso de las universidades genera un efecto directo sobre sus posibilidades de competir con otros centros que resulta vital, porque al final es decisiva sobre cuántos alumnos se atraen y qué posibilidades existen de consolidar titulaciones o incluso de crear otras nuevas. A la Universidad de León le avalan datos relevantes, como el que se pone de manifiesto en este mismo informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo, sobre el abandono de los estudios por los estudiantes. La ULE tiene la tasa menor en el primer curso del conjunto del país, y en el global de retirada de matrícula ocupa la séptima posición. En el curso analizado por este informe se presentaron en el centro educativo leonés un total de 4.220 solicitudes para 2.465 plazas de nuevo ingreso.
Son datos que evidencian que la ULE se merece un mayor respeto y un mejor trato. Es cierto que la financiación es escasa para todos. Pero ser los más pobres entre los pobres no puede ser aceptado en León.