cartas al director
Pedro, Castilla
y León tierra quemadas
H a llovido mucho desde los tiempos de los buenos regidores alcaldes del PSOE en la capital y provincia. Martínez, Perandones, Llorente hoy en UPL, López y dos o tres imputados amén de otros ilustres fallecidos y de pequeñas poblaciones, sin comparación con el PP que llevan décadas cubriendo de azul el mapa del atlas leonés. No conocemos huellas del tardofranquismo y la transición socialista ni realizaciones a destacar tanto en la capital como en las poblaciones de mayor renombre de la provincia. Sí conocemos, sin embargo, importantes inversiones de mandatarios socialistas aún recientes. Los últimos fiascos por citar alguno, la firma comprometida en el futuro Palacio de los alerones que no hemos visto estrenar formalmente tan siquiera, salvo el allanamiento ajardinado demasiado extenso y poco más que admirar, a la espera también de ver coronada la ampliación de la estación de saco en ciernes, que no sabemos hasta dónde conducirá la prolongación de la ‘ele’ ni cómo contribuirá a completar la belleza urbana con el edificio negro socialista a juego entre las dos joyas citadas con otros gestores.
Al otro lado de la capital sigue suspirando la gran obra de Valcarce que tanto ha costado dar a luz por los alcaldes seguidores del gran Fernández casi como el viejo teatro cine de la calle independencia. Menos mal que la izquierda del Bernesga, cuyo embellecimiento está a cargo del PP sigue prolongando sus edificaciones con arte y talante.
El antiguo espacio de las viejas cocheras y la recomposición del INSS recientemente recuperado, han dado luz a tales espacios ennegrecidos del entorno céntrico leonés varios y largos años respectivamente. Del PSOE no conocemos más que ocurrencias costosísimas e inanes en solo 9 meses de Gobierno los más recientes. No queremos reavivar a Zapatero aunque las trazas que divisamos parecen intentar reverdecerlo. Por citar algunos ejemplos de neta ocurrencia están las amenazas sucesivas a la familia de los Franco, que hasta al señor don Felipe le cupiera el deseo de dar luz a tan entresijo cada día más complicado. Y por algo se empieza.
Lo que conocíamos como gobierno Frankenstein ahora ha cambiado de color y forma por Fancostein, para despistar tal vez acostumbrados como estamos a ver ordenar ilícitamente el nuevo estado español con decretazos y propinas o subsidios fuera de la hora legal acostumbrada. Reciente la marca del eslogan del nuevo PSOE o como se diga ‘Haz que pase’ (pronto y que no vuelva) pues visto lo visto, ocurrencia tras ocurrencia el poner dinero público en manos del presidente el breve, sería nuestra perdición: lo prueba últimamente los hallazgos andaluces de la señora Díaz con los miles de muertos aparecidos en espera de la dependencia durante 36 años. Gastar por gastar que conocíamos del Señor Zapatero. O tirar el dinero como acaso solo imaginamos en su chalet y con suerte recuperado de otras andadas más fecundas en la capital de España.
Estamos rodeados en un mundo de falsedades de digo y diego, afirmo y desdigo y hubiéramos evitado la cencerrada sufrida con los restos del general que parece haberse entumecido el camino de la idea estrella del programa. Algo así como el trompicón de Cataluña cada vez más enrevesado. Llevamos casi 10 meses transitando de engaño a engaño con plagio tras plagio, el más reciente del eslogan en blanco y negro ahora de otra universidad.
Echo de menos su currículo serio, su falta de personalidad para el cargo que ocupa. Empezó con el Open Arms que maravilló a muchos con tanta solidaridad prematura para a continuación dejar al pairo el bonito barco servidor en Barcelona días o meses. A qué personalidad de la doble tenemos que atenernos. o se lo preguntamos a la vicepresidenta que poco más sabe que eso por las repeticiones habidas al menos. Es igual la ministra que miremos porque si pensamos en el Titánic de Celaá nos vemos hundidos de inmediato. Y si pensamos en la memoria inútil en que gastan nuestro dinero —de nadie— dice la Calvo de la que hemos aprendido toda una literatura propia en pocos meses, se nos riza el cabello a nuestra edad. No lo hacen quienes convencen con hechos y lo hacen los que no dan pie con bola, Un gran absurdo. El viejo Borrel se superpone al periodista alemán y a los directivos de la Otan. Que saben lo que tienen que hacer sin insinuación española sobre Venezuela. Un saludo a la viejecita Mateo con marcha adelante y atrás en la sustitución de cargos. Otro exceso que lamentar. Y si el PSOE sigue siendo el PSOE conocido y centenario, sustituyan por favor al ínclito que recupere su colchón y no haga sufrir más a España y a los españoles. Se ignora su visita a esta tierra, como no sea por lucir trapitos doña Begoña en su tierra quemada. ¿Por mor de quién?
ángel carvajal